No cabe duda de que nos ha tocado vivir tiempos interesantes, es sólo cuestión de tiempo para que la incómoda risa burlona y despótica del consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, abandone las sesiones del Consejo Nacional.
Tendrán que aguantarlo sus colegas, así como las y los estudiantes en la máxima casa de estudios cuando encubra su personalidad patanesca propia de juniors con la autoridad del profesorado universitario, rebajando nuevamente el nivel y el prestigio de aquella escuela en otros tiempos celebre y heroica.
Tendrán que soportar el sarcasmo poco inteligente, la sorna ramplona y los comentarios racistas y misóginos que lo caracterizan. A menos que la dignidad se apodere de la comunidad universitaria una vez más y decididamente rechacen la vergonzosa presencia del saqueador en sus salones, pasillos y jardines.
Si la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se dignificó en épocas pasadas por recibir en sus aulas a intelectuales del exilio español victimas del franquismo, perseguidos políticos por el autoritarismo militar latinoamericano impuesto por golpes de Estado, ahora es la ausencia de democracia interna, la corrupción de las castas doradas burocráticas y académicas, la usurpación de sus cargos de dirección por tecnócratas neoliberales y la protección de personeros del viejo régimen de corrupción y saqueos una mancha repugnante.
Lorenzo Córdova representó cumplidamente los intereses de las clases dominantes del país, ayudó, colaboró y promovió con actitud militante los privilegios de la clase política más añeja, casi conservada en formol, para que nadie que representara a las clases desprotegidas y trabajadoras se colara a la representación política en las instancias del Estado mexicano.
Desde la autoridad electoral, auspiciado, aupado por las burocracias partidarias dedicó sus esfuerzos a consolidar un régimen bipartidista que garantizara la alternancia de personajes, colores y fracciones políticas en los gobiernos y cargos de representación popular, un régimen bipartidista que dejara todo bien atado bajo el control de la oligarquía y los poderes facticos, para que cambiando los gobiernos, montando una mentira por democracia, en realidad se ahorraran las angustias provocadas por un verdadero proceso de cambio democrático.
Las clases y castas políticas conservadoras, son conservadoras por ser veneficiarias de las cosas como están, las interesadas en los cambios son las clases sufrientes, mayoritarias, trabajadoras y necesitadas de cambios profundos en la vida material y espiritual. Por eso los cambios desde abajo son los verdaderos.
La función de Córdova no fue otra que la de coadyuvar a frenar las conquistas políticas del pueblo, obstaculizar la democracia bloqueando el acceso al gobierno por una fuerza política no alineada con los grandes ricos, legales e ilegales y las fuerzas conservadoras, reaccionarias y retardatarias representadas por el Pacto por México hoy mejor conocido como PRIANRDMC- Va por México (La coalición de facto conformada por las fuerzas políticas PRD, PRI, MC, PAN[1]). A pesar de esto último, la insumisión popular-electoral y pacífica de 2018 llevó a la presidencia de la republica al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y le dio la mayoría en el Congreso de la Unión a su partido.
Córdova nunca dudó en permitir un fraude electoral para garantizar la continuidad del régimen neoliberal, nunca escatimó esfuerzos para sacar candidatos de izquierda de la carrera electoral utilizando cualquier tipo de artimaña. Jamás titubeó para proteger sus privilegios económicos, los altos emolumentos que la casta dorada del INE recibe para mantenerse funcional a un sistema electoral controlado desde arriba bien arriba.
Comparte con sus hermanos castizos del INE la pasión por el dinero, también comparte esta adicción con los ministros de la Suprema Corte de Justicia y el Tibunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, uniendo fuerzas en santa cruzada para violar la constitución y mantener sus salarios por arriba del salario del presidente de la república.
Paladín del sistema de oprobios, asesinatos y privilegios castizos que mantiene a México como uno de los países más desiguales del mundo, Lorenzo Córdova dejará la presidencia del INE la primera semana de abril del presente. No sin antes cerrar con broche de oro.
Escandalosa fue su participación en múltiples actividades de la pandilla golpista mal llamada oposición (PRI, PAN, PRD, MC), los últimos cinco años de su gestión se convirtió en un activista reaccionario desde la máxima autoridad electoral, en cualquier deporte se le llamaría arbitro vendido. Escandalosa es su salida por la puerta de atrás, forrándose con billetes e intentando engañar desde las instancias oficiales del INE.
Al país y la opinión pública le dicen que se retira con un premio de 2 millones de pesos (como si fuera poco) mientras se ha demostrado y documentado que se llevará 9 millones regalados por su arte de mentir al pueblo, discriminar a los pueblos originarios, humillar a los familiares de las victimas de desaparición forsada durante el gobirno del PRI, traicionar a la democracia y militar en la derecha desde la autoridad electoral.
Siempre superándose así mismo, en días pasados Córdova visitó a un especialista en golpes de Estado. Luis Almagro, quien encabeza la oficina de intervenciones militares y políticas del imperialismo norte americano, recibió en su despacho de dicha Organización de Estados Americanos (OEA) a su fiel discípulo. Conocedor de las hazañas más recientes de Almagro, organizar y justificar el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales en Bolivia durante 2019, animar los intentos de golpe en Venezuela y Nicaragua pasando por el ridículo reconocimiento del montaje Guaidó hoy venido a menos por su más que obvia inoperancia y por escándalos de corrupción; el apoyo y la justificación una vez más del golpe de Estado en Perú en contra del presidente Pedro Castillo, acción ilegal que ha puesto al gobierno de facto de Dina Boluarte (Balearte es más correcto) a la cabeza de una administración caracterizada por asesinar a sangre fría a su propio pueblo y abandonar a su suerte a los damnificados por los guaicos causados por las lluvias las últimas semanas.
Almagro es un operador de la política tradicional imperialista, especializado en desplazar violentamente gobiernos legítimos, electos, para imponer administraciones títeres que nadie ha elegido democráticamente, impone gobiernos represivos, al servicio de las oligarquías criollas locales y en defensa de los intereses del gran capital y la oligarquía financiera internacional. Por eso Lorenzo Córdova fue a visitarlo, para exigir su ayuda en la intención golpista que describe de cuerpo entero su obrar frente al INE y la mafia partidaria a la que pertenece.
Nada sorpresivo nos deberá parecer si la dignidad de la comunidad lo rechaza en la UNAM, nada sorpresivo nos debe parecer si la pandilla golpista lo hace su candidato. Son el uno para el otro, Córdova se ha consagrado como traidor a la democracia y al país, se ha consagrado como golpista.
[1] Partido de la Revolución Democrática-PRD, Partido Revolucionario Institucional-PRI, Movimiento Ciudadano-MC, Partido Acción Nacional-PAN.