Héctor de Mauleón frustrado, asegura que el periodismo “lo devoró”, pero que, en realidad él siempre quiso hacer literatura; su vida familiar lo orilló al naufragio
Héctor de Mauleón ofreció una entrevista a Mónica Garza y ahí se sinceró sobre la dura realidad que lo llevó a ejercer el periodismo y no la literatura como le hubiese gustado. Porque se sintió “devorado”.
De Mauleón criticó duramente a su madre, una maestra de primaria, que “se dedicó a tener novios”, mientras que su padre fue una figura totalmente ausente y de su hermana no recuerda muchas cosas, así, Héctor contó que creció “completamente solo”.
El ahora autonombrado “cronista del narco” contó que luego de desertar de la carrera de historia en la UNAM, decidió entrar a estudiar al Claustro de Sor Juana, donde conoció a Mónica Garza, aunque nunca cruzaron palabra porque él se iba de “pinta” a las cafeterías y librerías del Centro.
Héctor de Mauleón dejó ver sus aspiraciones frustradas como escritor y aseguró que sin quererlo se metió en el periodismo hasta sentirse “devorado”. Así que compaginó su vida estudiantil con la de las redacciones, donde al poco tiempo el pobre joven se convirtió en un periodista “renombrado” del narcotráfico.
Curiosamente logró obtener exclusivas y notas comprometedoras que le ganaron “amenazas del crimen organizado”.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto ingresó al mecanismo de protección de periodistas, luego de que su chófer, un militar retirado, fuera supuestamente balaceado en un intento de robo. Como película de acción la “carrera” de Héctor de Mauleón ha transcurrido entre los reflectores, las cafeterías y los escenarios del narco, pero muy lejos de la literatura. Porque las “vidas a veces se rompen y naufragan”.
