Que no le digan…
“¡El tremendo juez de la tremenda corte va a resolver un tremendo caso”!
Seguramente las “nuevas generaciones” de los últimos 40 años no llegaron a escuchar en la radio “La Tremenda Corte”, un programa que se produjo en Cuba antes de la Revolución “bajo un formato sencillo que giraba en torno a un juzgado y planteaba situaciones en que José Candelario, ´Tres Patines´ había hecho víctima a Rudecindo Caldeiro y/o a Luz María,´Nananina´ de alguno de sus robos, engaños o pillerías”. Éstos lo presentaban ante el “tremendo juez” de la corte correccional, quien dictaba el castigo.
Era un programa cómico, ingeniosos, cuya trama giraba en torno a malentendidos que ´Tres Patines´ provocaba “con juegos de palabras, tergiversando siempre para su provecho”. No se sabe cuántos programas se llegaron a grabar entre 1947 y 1958, año, éste último, en que estalló la Revolución que encabezó Fidel Castro. Fueron programas muy escuchados en diversas radiodifusoras de México, América Latina, Estados Unidos en los años 60.
La Corte que hoy padecemos en México no se parece en nada a “La tremenda Corte” habanera que además de hacernos reír, de su jocosidad, nos generaba el convencimiento de cumplir la ley, y que el señor juez, cualquiera que fuera éste, era un personaje recto, justo e impoluto.
En nuestro país hemos padecido una Corte corrupta donde el nepotismo prevalece; privilegia groseras prestaciones, viola la Constitución cuando sus integrantes cobran salarios por arriba de los haberes del Presidente de la República. Ministros y jueces han sido defensores de Mario Marín y actores en contra de Lydia Cacho, encubridores de amigos y familiares de Felipe Calderón en el caso de la Guardería ABC y otros muchos casos. Se callaron cuando la masacre de Atenco en el Estado de México.
Los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido una institución siempre corrupta, la historia nos ha dejado ver que así es. Otro ejemplo: En octubre de 2019 Eduardo Medina Mora renunció como Ministro. Se le acusó de haber transferido 2.1 millones de dólares de México a EU entre 2016 y 2018 y 2.3 millones de libras esterlinas a Reino Unido entre 2017 y 2019.
Fue propuesto como Ministro por Enrique Peña Nieto; desde la SCJN operó para que a partir de un blindaje judicial, se le impidiera a la Fiscalía de Chihuahua, investigara a funcionarios del peñismo ligados con la llamada “Operación Safiro”, mecanismo de corrupción por el que en 2018 autoridades de 7 estados desviaron alrededor de 650 millones de pesos a 12 empresas fantasma vinculadas con un presunto esquema de financiamiento ilegal a campañas electorales del PRI.
El 28 mayo pasado un grupo conservador con careta de sociedad civil, pero claramente panista que se hace llamar “Chalecos México”, convocaron a una marcha del Monumento a la Revolución al Zócalo de la CDMX bajo la consigna ‘La Corte no se toca’.
Su protesta fue porque consideran que desde Palacio Nacional se ataca a la Corte y a su presidenta Norma Lucía Piña. Históricamente la mayoría de los ministros han estado vinculados al poder político y económico. De independiente no tienen nada como presumen.
De las corruptelas y más, nos hemos enterado gracias a reportajes de algunos medios de comunicación que se atrevieron a romper el silencio y la censura de gobiernos anteriores, y de los propios ministros que pretendieron esconder sus enjuagues, componendas y arreglos. Seguramente desconocemos otras muchas.
Aunque hay quienes han hecho lo imposible porque las “mañaneras” del presidente Andrés Manuel López Obrador se cancelen, porque es su principal “herramienta de gobierno”, las conferencias de AMLO marcan agenda y nos ha permitido enterarnos de las transas del pasado, o como la del miércoles, la del Ministro Luis María Aguilar.
López Obrador desnudó, y lo dejó ver como un corrupto. El Procurador Fiscal de la Federación, Arturo Medina explicó el enjuague que se pretendía practicar desde la SCJN. Aguilar, como Ministro ponente, presentó tres proyectos en diferentes momentos, el 10 de agosto, 13 de octubre de 2022 y el 19 de abril del 2023, resoluciones que favorecían al SAT.
Sin embargo la resolución que se iba aprobar el miércoles en la sesión de la Corte, corría en dirección opuesta a las tres primeras. Favorecían a “Gustavo Cárdenas Fuentes”, tío de Luis Cárdenas Palomino quien con Genaro García Luna están acusados en México y EU de formar parte de su organización criminal. La resolución permitía que Cárdenas Fuentes pudiera evadir 342 millones de pesos de impuestos.
El proyecto del Ministro Aguilar planteaba conceder el amparo a Cárdenas Fuentes, pues había modificado sus criterios previos, primero en su proyecto y después el de la Sala Segunda que de haberse aprobado, el tío de Luis Cárdenas Palomino, hubiera sido exonerado por el Tribunal Colegiado al resolver en definitiva no pagar impuestos que corresponden a la Federación.
El que el Presidente hubiera exhibido al Ministro Aguilar, obligó a la Segunda Sala a rechazar el amparo. Cuatro de los cinco ministros que la integran votaron en contra del recurso.
Votaron en contra las ministras Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, cercanas a López Obrador y los ministros Javier Laynez Potisek y Alberto Pérez Dayán, muy lejanos a él. A favor el propio ponente, Luis María Aguilar.
La propuesta de Aguilar planteaba una nueva interpretación del artículo 46-A del Código Fiscal de la Federación (CFF) que favorecería a los contribuyentes en cuanto al plazo que tiene el SAT para concluir sus visitas domiciliarias y revisiones de Gabinete. A todas luces, era una “chicana” que nos muestra las corruptelas del poder judicial y el por qué López Obrador los “ataca”, según sus defensores; los exhibe, digo yo, tal cual son.
Y como cantaría el tremendo Juez´: “¡Venga la sentencia”!
Usted, lector, dicte el castigo.
Que no le cuenten…
¿A qué santo habrá que rezar para que Morena, no se parezca y no padezca los pecados del PRI?