Los Hoyos de Dona en el Golfo de México (Parte III y última)- José Ángel Conchello y la defensa del petróleo
El Congresista mexicano regiomontano, José Ángel Conchello Dávila, integrante de la cepa tradicional del Partido Acción Nacional que rechazaba el dinero del erario para apoyo o subsidio al partido, contraria a la que a fines de los 80s del siglo pasado tomó el control del partido con el grupo proclive a transigir con el partido en el poder con fines pragmáticos (las llamadas concertacesiones) y que se constituyó en el Neopanismo de Diego Fernández de Cevallos, Carlos Castillo Peraza y Luis H. Álvarez.
Nada más lejos que pretender aquí expresar loas o hacer una apología a ese partido, pero si se quiere resaltar el hecho de que este legislador tuvo un perfil y postura política que para ser de un panista en todo caso correspondería a este panista sui generis, puesto que sus dichos y acciones muchas veces eran contrarios a la línea dictada por su propio partido. Él, en la recta final del siglo XX, se conducía en favor de la defensa de México con la urgente necesidad de reducir la desigualdad de la sociedad mediante la disputa electoral democrática.
Como ejemplo de lo anterior, se enumeran aquí algunas de las luchas que libró prácticamente solo el congresista de Monterrey, como su papel ante el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa); en su lucha contra las Afore y en pro de la defensa del petróleo. En esta oportunidad, grosso modo, se esboza su participación y el papel que tuvo frente a los neoliberales en el gobierno frente al incidente de los hidrocarburos bajo el piso marino del Golfo de México, conocidos en su momento como Hoyos de Dona o como el legislador los nombraba “Agujeros de Dona”, o Polígono Occidental (como se le conoce oficialmente).
En sus tiempos como senador a cargo de la Presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores, coincidentes con las reuniones bilaterales entre los presidentes Zedillo y Clinton sobre las negociaciones finales de la ratificación del Tratado de Límites Marítimos (TLM), clave para resolver sobre la exploración y explotación de los recursos petrolíferos bajo el Golfo de México, declaró en el congreso y ante publicaciones periodísticas que era vergonzosa la postura de claudicación y entreguismo del gobierno mexicano de los recursos en cuestión luego de conocerse de trabajos de perforación en el golfo de la empresa especializada en perforación en mar Reading and Bates Corp., en la zona que los norteamericanos definieron como zona transfronteriza de recursos comunes, justamente los HDO y HDE.
Al respecto, documentos bibliográficos de la institución política de su partido político dan fe de las condiciones en que se zanjó la negociación. El 1ro. de diciembre de 1997 en palabras del senador Conchello las negociaciones fueron rápidas (en minutos), tácitamente expeditas al no ratificar el TLM (durante 18 años el Senado de Estados Unidos se negó a ratificar el tratado bilateral referido porque sabían de la existencia del Agujero de Dona), y sobre todo secretas para la entrega del petróleo del centro de la cuenca de manera incondicional en estos términos: ... un convenio secreto para entregar el cuarto yacimiento de petróleo y gas más importante del mundo a la voracidad de la Unión Americana''. En su exposición continuó con su indignada exposición sobre la renuncia traidora del gobierno de Zedillo, y de manera textual externó:Tememos que se haya pactado ya el compromiso de entregar a las trasnacionales petroleras la zona central del Golfo de México”. Además, con la autoridad del Poder Legislativo, al mismo tiempo el senador pidió a la Cámara de Senadores exigir un informe pormenorizado de lo tratado por ambos presidentes en la entrevista de 15 minutos a la que asistieron Reyes Heroles y Téllez, al nivel de aportar los documentos que conformaron la minuta de dicha reunión “incluso versiones taquigráficas”.
En el contexto, los registros de las promociones del senado de E.E.U.U., dejan ver que finalmente el 23 de octubre de 1997 dicho cuerpo legislativo ratificó el Tratado de Límites Marítimos de 1978.
La historia del reparto de los territorios marinos del GM y los recursos asociados en el subsuelo del piso oceánico pudo haber sido diferente de no haberse vuelto ilocalizable -por no calificarla de extraviada- una porción de tierra que conformó una isla o islote, misma que durante más de 400 años tuvo nombre, ubicación y extensión al norte de las costas frente a Sisal, Yucatán.
Al respecto, cartógrafos e historiadores de épocas de la colonia y de diversos países europeos, así como españoles y criollos en tiempos del México independiente, lo mismo que entidades científicas marinas y de exploración de Pemex ya en tiempos recientes (a mediados del siglo XX), y su trazo en las cartas especializadas de geología de la región en las que apoyaban sus trabajos de mapeo, en todos ellos siempre la situaron en 91o 22′ longitud oeste y 22o 33′ latitud norte y la llamaron Isla Bermeja o Islote Bermejo.
Una vez más aparece el político José Ángel Conchello, uno de los pocos, si no es que el único mexicano que en su momento y desde su posición en el poder legislativo, permaneció machacando incansable e irreductiblemente en el tema de la defensa de la riqueza del país, y alzó la voz sobre este tópico, sabedor de la importancia de la presencia de la isla en el tema clave de la asignación de las riquezas en juego, y siempre solicitó al gobierno aclarar y declarar sobre la existencia o no de la Isla Bermeja sin recibir respuesta
¿Cómo termina esta historia? La conclusión de este breve pasaje relacionado con el transcurrir de la historia del país, tristemente se encuentra en páginas de nota roja de los periódicos del centro de México. La fatalidad le llegó al político incómodo y de oposición protagonista de esta narración: El senador José Ángel Conchello Dávila pereció el 4 de agosto de 1998 en un accidente carretero en el que participaron tres personas, dos conductores de los vehículos involucrados y un pasajero. Y como suele pasar en estos extraños accidentes, el chofer del senador resultó prácticamente ileso y se perdió de toda pista pública luego de que fuera dado de alta del hospital al que fue llevado para su revisión. De acuerdo con declaraciones de un testigo, el chofer del otro vehículo -un masivo torton que invadió el carril contrario de la carretera por el que transitaba el legislador- se dió a la fuga.
