Hace unos días, la gobernadora Layda Sansores sumó a su gabinete a Jorge Luis Lavalle Maury, un personaje que estuvo en prisión, implicado en el caso de los sobornos millonarios de Odebrecht.
Ahora ella dice que es “inocente”.
Jorge Luis Lavalle, exsenador del PAN, enfrenta acusaciones de cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero en el contexto del caso Odebrecht.
El tipo fue acusado de haber recibido sobornos por casi 100 millones de pesos a cambio de aprobar reformas estructurales durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con testimonios ofrecidos por el propio Emilio Lozoya, exdirector de Pemex.
Aunque Lavalle estuvo en prisión preventiva durante un año y medio, fue liberado en septiembre de 2022 bajo condiciones supervisadas.
Sin embargo, toda esta historia no le pareció relevante a la gobernadora de Campeche, quien, pese a todo, decidió nombrar a Jorge Luis Lavalle como secretario de Desarrollo Económico de aquella entidad.
Pero, lamentablemente, no es la única vez que Layda ha tomado decisiones polémicas que impactan negativamente en su imagen y en su quehacer político.Le doy unos datos duros: Dos años atrás, la Secretaría de Administración y Finanzas de Campeche (Safin) reportó a la Plataforma Nacional de Transparencia que había gastado más de 43 millones de pesos en el primer trimestre del 2022 en contratos directos.
De hecho, durante los primeros tres meses del 2022, la Safin, encabezada en ese momento por el polémico Jezrael Larracilla Pérez, erogó, al menos, 43 millones 198 mil 563 pesos a través de contratos de obras, bienes y servicios que fueron otorgados, todos, por adjudicación directa, es decir: sin que se se llevara a cabo el proceso de licitación pública pertinente.
En la Plataforma Nacional de Transparencia fueron plasmados 175 contratos, entre los que versan los de adjudicación directa, así como aquellos que fueron adjudicados por licitación pública, con invitación de cuando menos a tres; por lo que el 98.86 por ciento fueron otorgados directamente al prestador de servicios. Y solo el 1.14 por ciento fue sometido a concurso público.
Entre los gastos que reportó la Secretaría de Administración y Finanzas destacan contratos por montos de hasta un peso con 60 centavos “por servicios de fotocopiado”, a cargo de Mauro Sansores Santos, quien, de acuerdo con diferentes testimonios, estaría vinculado familiarmente con Layda Sansores.
No obstante, el monto más grande por adjudicación directa fue por 4 millones 330 mil 598 pesos con 3 centavos, por el concepto de arrendamiento de un bien inmueble en la calle 8, número 325 de la colonia centro, a cargo de Beatriz Eugenia Del Socorro Lavalle Paullada, vinculada familiarmente con Carlos Enrique Lavalle Azar.Y este sujeto: Carlos Enrique Lavalle Azar es otro de los personajes que han sido beneficiados en el gobierno de Layda Sansores
De hecho, Carlos Enrique Lavalle Azar lleva muchos años rentando predios al Gobierno de Campeche, incluido el gobierno de Layda Sansores.
Las rentas que Carlos Enrique Lavalle Azar por van desde los 400 mil pesos y superan los 2 millones de pesos.
En 2022, ya con Layda Sansores como gobernadora, Carlos Enrique Lavalle Azar logró rentar al gobierno de Campeche, su propio domicilio en 2 millones 700 mil 383 pesos.
Y aquí viene lo más interesante y deleznable del asunto: Carlos Enrique Lavalle Azar es hermano de Jorge Luis Lavalle Azar, padre del exsenador Jorge Luis Lavalle Maury, quien ha generado toda esta polémica debido a que Layda insiste en que continúe como secretario de Desarrollo Económico de Campeche.
Lavalle Maury, que estuvo en la cárcel y bajo la medida cautelar de prisión preventiva por delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa, así como de cohecho por, presuntamente, haber recibido sobornos por parte de Emilio Lozoya, es quien suscitó la reacción de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien dijo: “yo no lo hubiera invitado a mi gobierno”.
Cabe mencionar que, mucho antes de que el nombre de Jorge Luis Lavalle Maury saliera a relucir en este caso y en Odebrecht, la relación entre Layda Sansores y él ya era estrecha y se había fincado en la prestación de servicios que Lavalle Maury le dispensó cuando Sansores fue alcaldesa de Álvaro Obregón, en la CDMX, entre 2018 y 2021.
En 2019, Jorge Luis Lavalle Maury habría ayudado a Layda en su administración, a través de un despacho contable para asesorarla en materia financiera. Diferentes testimonios y testigos afirman que, una de las primeras cosas que hizo Lavalle al abandonar la prisión, fue acudir al Palacio de Gobierno a entrevistarse con Layda Sansores.
Y Lavalle Maury, según puede apreciarse en fotografías, nomina solo. Acudió a ver a Layda Sansores acompañado por su padre: Jorge Lavalle Azar.
Y en este punto es importante señalar que el padre de Lavalle Maury fue un “prominente” priista que ocupó cargos en los gobiernos federales de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.
Y eso no es todo. Jorge Luis Lavalle Azar también parasitó en los gobiernos estatales de Campeche, como ocurrió con el gobierno encabezado por Jorge Salomón Azar García (1991-1997), quien de hecho era su primo.
En ese sexenio, el padre de Lavalle Maury fue titular del Consejo de Inversión y Desarrollo, el cual se instaló en un piso de una de las “Torres de Cristal”, ubicadas en el malecón de Campeche, que son propiedad del Grupo Energético del Sureste (GES), corporativo perteneciente la familia Mouriño, y cuya sede está ahí mismo.Y en el sexenio del exgobernador de Campeche José Antonio González Curi (1997-2003), Lavalle Azar fue secretario de Desarrollo Social.
La amistad entre las familias Lavalle y Mouriño ha sido estrecha y no exenta de polémicas.
Jorge Luis Lavalle Azar siempre tuvo una estrecha amistad (personal y de negocios) con Manuel Carlos Mouriño Atanes, padre del fallecido Juan Camilo Mouriño.
De hecho, ambos patriarcas se encargaron de que, en su momento, sus vástagos fueran acrecentando su poder con los gobiernos priistas.
Esa historia tampoco le bastó a Layda Sansores que, ayer, aseguró que Lavalle Maury es “inocente” porque “no se le ha podido comprobar nada”.
Incluso, la gobernadora dice, evadida ya de la realidad, que Lavalle Maury es “un chivo expiatorio”.