Para frenar el deterioro ecológico, una defensa al Bosque de Agua. Ya pasó el tiempo de los colonizadores quienes decidieron dominar a la naturaleza y ponerla a su servicio explotando sus recursos y enriqueciéndose al destruir de manera constante e incontrolable el hábitat.
Se debe detener la explotación y pasar a la defensa del espacio inherente al ser humano: su entorno natural.
Sin embargo, defender a la naturaleza se ha convertido en un oficio peligroso. Líderes comuneros, periodistas, ecologistas, campesinos e incluso voluntarios conscientes del deterioro del ambiente, son perseguidos e incluso asesinados por defender o denunciar la explotación inmisericorde de los recursos naturales.
La cosmogonía de muchas culturas y pueblos originarios lo subrayan: destruir la tierra y sus riquezas es destruirnos como seres humanos.
Es por ello que tres gobernadoras han dado el paso al frente para combatir la destrucción de áreas protegidas y cercanas a la zona metropolitana, cada vez más aplastadas por el asfalto, las talas ilegales y la contaminación de mantos acuíferos.
La jefa de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, junto con las gobernadoras Delfina Gómez del Estado de México y Margarita González, de Morelos, acordaron instalar una comisión tripartita y bases de operación interinstitucionales en lugares estratégicos para combatir la tala ilegal y defender el Bosque de Agua, que comparten las tres entidades.
Ellas indicaron que se trata de la primera acción de la agenda metropolitana de al menos 10 temas que pondrán en marcha de forma conjunta.
Desde el cuartel de la Guardia Nacional ubicado en la zona limítrofe donde colindan las tres entidades, anunciaron que firmarán un convenio para la estrategia integral y sistémica contra la tala clandestina en los tres estados.
Brugada señaló que el objetivo también es que las fiscalías de los estados se reúnan, y junto con la fiscalía General de Justicia, establezcan mecanismos de acción para atender este problema e identificar a los generadores de violencia.
La mandataria capitalina aseguró que se va a emplear toda la fuerza del Estado con la finalidad de proteger el Bosque de Agua y así los habitantes de esa zona se vean beneficiados.
Brugada enlistó los distintos temas de la agenda en común, entre los cuales se encuentran la integración de una policía metropolitana, tenencia, gestión del agua, inversiones y relocalización de empresas, homologación de la verificación vehicular, calidad de aire, manejo de residuos, ordenamiento territorial y movilidad integral.
Tres mujeres dan el ejemplo de que debe combatirse con la acción legal un problema que tiene soluciones compartidas y así evitar que continúe la destrucción de un área que contiene a casi 28 millones de mexicanos.
Por su parte, la mandataria mexiquense afirmó que atender la tala ilegal en el Bosque de Agua debe ser una labor coordinada y eso implica la colaboración de los habitantes de la zona.
De igual modo invitó a los ejidatarios y comuneros a que se sumen a este esfuerzo que se va a hacer a través de los diferentes órganos de gobierno, pues es un trabajo en equipo, colaborativo pues de ello depende el logro de este objetivo.
También aseguró que su administración apoyará tanto en recursos humanos como materiales y de inteligencia.
En tanto, la gobernadora morelense calificó de histórico este encuentro que tiene como propósito luchar junto con la población para conservar los recursos naturales.
Bosque de agua es una zona que se extiende desde el Tepozteco, la Sierra del Chichinautzin y las Lagunas de Zempoala; llegando hasta el Ajusco, el Desierto de los Leones y la Sierra de las Cruces. Son aproximadamente 235 mil hectáreas de árboles y pastizales y están constantemente amenazadas por tres ciudades que no paran de crecer: Cuernavaca, Ciudad de México y Toluca.
El Bosque de Agua es una de las zonas boscosas con mayor diversidad en flora y fauna del país.
¿Por qué es importante la protección de esta área? Porque la lluvia que cae en esta área natural se filtra a los mantos freáticos y posteriormente al acuífero del que se extrae el 70% de consumo cotidiano.
A este contenedor natural de agua se le ha ido construyendo poco a poco una tapa impermeable que impide que el agua de lluvia se infiltre y recargue el acuífero. El asfalto mata el agua y está apagando el bosque.
El Bosque de Agua ha visto reducida su extensión en 40% en los últimos 30 años. Todos esos kilómetros de nuevas viviendas y pavimento están reduciendo la superficie de infiltración de agua de lluvia. Por lo que a menos infiltración, menos disponibilidad de agua que extraer del acuífero para llevar a la ciudad.
Además tenemos que considerar la deforestación y el uso de agroquímicos en la zona del Bosque de Agua como parte de la autocondena del día cero en el que nos quedaremos sin agua.
Por todo esto, es de gran importancia este acuerdo tripartita para salvar un área y destacar la importancia que tiene el bosque para nuestra vida diaria. Un espacio vital y hermoso del que poco sabemos y que mucho menos visitamos.
