De muy poco servirá que las organizaciones a escala mundial gasten $215 mil millones de dólares en sistemas de ciberseguridad, pues ante el creciente volumen de amenazas se estima que los ciberataques reportarán un monto de $10.5 mil millones de dólares en graves daños a las empresas.
Es cuento de nunca acabar el gasto que en materia de ciberseguridad viven a diario un gran cúmulo de pequeñas, medianas y grandes empresas, pues no obstante que destinan millonarios recursos en este rubro, no dejan de comerse las uñas por los ataques de diversos tipos que les propinan los ciberdelincuentes, desde las profundidades del universo digital. Para nadie es un secreto que los ciberataques están en aumento y no existen indicios de que vayan a detenerse en el futuro próximo ni en el horizonte lejano.
De acuerdo con Gartner, una empresa de investigación y asesoramiento tecnológico, durante 2023 en el ámbito global las empresas gastaron más de $188 mil millones de dólares en seguridad de la información, mientras estima que ese presupuesto aumentará en este año a $215 mil millones, un incremento de 14.3 por ciento, con el propósito de combatir el robo, secuestro o desaparición de la información crítica de su negocio.
El riesgo jamás desaparece
Cybersecurity Ventures, la organización de investigación de mercado y editora de Cybercrime Magazine, estableció que para 2031 el costo por este delito podría alcanzar los $265 mil millones de dólares.
Y aunque las organizaciones estén invirtiendo más tiempo, energía y dinero para proteger sus operaciones contra el ciberdelito, los criminales están constantemente evolucionando sus métodos de ataque y aprovechando las nuevas vulnerabilidades del software, para causar estragos en los sistemas informáticos, con lo que consiguen saltarse todas las trancas. “El riesgo cibernético no es estático y nunca desaparece”, destaca con contundente sinceridad un estudio de McKinsey & Company.
En 2020 las pérdidas reportadas por el Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3, por sus siglas en inglés), dependiente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el National White Collar Crime Center del Departamento de Justicia de EE.UU., superaron los $4.2 mil millones de dólares, tan sólo en la Unión Americana, un incremento de casi el 50 por ciento en los delitos en Internet en 12 meses.
El panorama es oscuro y se pondrá peor
Para la firma de investigación McKinsey & Company, atrás quedaron los días en que el pirata informático con capucha trabajaba solo en una habitación con persianas opacas. Hoy en día, la piratería es una industria multimillonaria, con jerarquías institucionales y amplios presupuestos para investigación y desarrollo.
Con la irrupción relativamente reciente de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y otras tecnologías, los transgresores informáticos gozan hoy de herramientas que les facilitan lanzar ataques cada vez más sofisticados, con lo cual “reducirán el ciclo de vida de un ataque de semanas a días o incluso horas; con estas y otras tecnologías”, sostiene McKinsey.
El panorama es oscuro y se pondrá peor. De acuerdo con el informe referido, en Estados Unidos durante 2021 el FBI recibió casi 850 mil denuncias por delitos cibernéticos, que representaron una pérdida de más de $6 mil 900 millones de dólares, cuyas arremetidas más importantes fueron contra grandes empresas.
Temporada de lluvias
De muy poco servirá que las organizaciones a escala mundial hayan gastado en lo que va de 2024 un monto de $150 mil millones de dólares, de los $215 mil millones considerados para la adquisición de sistemas de ciberseguridad, pues se considera que los ciberataques reportarán un monto de $10.5 mil millones de dólares en graves daños, ante el creciente volumen de amenazas que se esperan en los próximos años.
La situación actual, pero sobre todo la que ya se anticipa en unos años, ha provocado que los proveedores de ciberseguridad se multipliquen como hongos en temporada de lluvias. De acuerdo con el estudio de McKinsey “la brecha entre el mercado actual y el mercado potencial total es enorme, pues tan sólo se ha penetrado el 10 por ciento del mercado de soluciones de seguridad”.
¿Quién no va a querer quedarse con una porción pequeñita de un apetitoso pastel que probablemente sume $2 billones de dólares muy pronto?, como señala una encuesta revelada por los analistas Bharath Aiyer, Jeffrey Caso, Peter Russell y Marc Sorel. Al fin y al cabo, hay quienes con su traje de Gucci se frotan las manos en espera de que se siga contando el cuento una y otra vez.
