Alejandro Armenta, gobernador electo de Puebla, se convirtió en el símbolo de la comunidad migrante durante su participación en el “Mexican Day Parade” en Nueva York el pasado 15 de septiembre.
En un vibrante desfile que conmemoró el 214 aniversario de la Independencia de México, Armenta se erigió como la voz de los poblanos en el extranjero, proclamando su intención de ser “el gobernador migrante”.
Este evento, que reunió a miles de personas en las calles de Manhattan, fue un festín de cultura y orgullo nacional, donde la música de mariachis y los coloridos carros alegóricos llenaron el ambiente.
Armenta no solo celebró la identidad mexicana; también destacó la importancia de las remesas enviadas por los migrantes a Puebla, reconociéndolos como héroes económicos que sostienen a sus familias y comunidades. “Gracias a ustedes, Puebla y México sobreviven”, afirmó con fervor.
Durante su discurso, Armenta hizo hincapié en su compromiso de fomentar un vínculo más fuerte entre los migrantes y su tierra natal, proponiendo iniciativas como el proyecto “Dólar por dólar”, que incentivará la inversión en proyectos productivos en Puebla.
Y no solo eso. Hubo más. En este marco festivo, Armenta también anunció planes para establecer una fábrica de paneles solares y firmar un convenio con la Universidad de Nueva Jersey. Y me alegró saber que su visión incluye convertir a Puebla en el principal estado mezcalero del país, rivalizando con Oaxaca, y mejorar la infraestructura vial para conectar mejor a la Mixteca con el resto del país.
El evento culminó con un anuncio significativo: la visita del Rector Félix V. Matos Rodríguez de CUNY a Puebla el próximo 4 de octubre para formalizar un convenio de movilidad estudiantil.
No cabe duda de que, con estas acciones, Armenta busca no solo fortalecer los lazos entre los poblanos en Estados Unidos y su estado natal, sino también construir un futuro más próspero para todos.
Motivos más que suficientes para ponernos “bien y de buenas”.