Salinas Pliego y el exgobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, colaboraron en un esquema de desvío de recursos que consistía en que Banco Azteca otorgara créditos al Gobierno estatal para que, luego, éste se los “pagara” con muchos intereses utilizando los recursos públicos
Ricardo Salinas Pliego y Francisco Javier Cabeza de Vaca se unieron para endeudar y desvalijar Tamaulipas. En dos años, Banco Azteca prestó 750 millones de pesos al gobierno de Tamaulipas. Ambas entidades habrían usado un esquema de desvío.
Entre diciembre de 2020 y febrero de 2022, Banco Azteca S.A., Institución de Banca Múltiple, concedió un préstamo por 750 millones de pesos al gobierno estatal de Tamaulipas.
Fuentes que trabajaron en la administración de Francisco Cabeza de Vaca sostienen que el propio exgobernador habría ordenado a la Secretaría de Finanzas que se encargara de adjudicar varios contratos a la empresa de Salinas Pliego.
Y, en efecto así fue.
El primer contrato con Salinas Pliego, por 500 millones de pesos, fue celebrado el 10 de diciembre de 2020, en Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas, y cabecera del municipio de Victoria.
El dinero fue depositado a la cuenta 01720142281994 y el beneficiario, en teoría, fue el estado de Tamaulipas. El primer pago se efectuó el 31 de marzo de 2021 y, en sólo 8 meses, terminó de pagarse el crédito. De hecho, el último pago se efectuó el 30 de noviembre de 2021.
Pero 500 millones no le bastaron al gobierno de Francisco Cabeza de Vaca. Tres meses después, el 18 de febrero de 2022, el entonces gobernador ordenó que se realizara un (primer) convenio modificatorio al contrato.
Ahí, Cabeza de Vaca pidió a Banco Azteca 250 millones de pesos más. Pero hubo gastos adicionales. En el contrato se puede leer que, en el monto por 250 mdp, no estaban comprendidos los intereses, los gastos ni los accesorios.
Esos los tuvo que cubrir el acreditado. Es decir: el estado de Tamaulipas. O sea: el pueblo tamaulipeco. Entes que en ese momento trabajaban en la Secretaría de Finanzas de Tamaulipas aseguran que se trataba de un esquema para el desvío de fondos. Y sostienen que el gobierno de Cabeza de Vaca solía montar falsos concursos de licitación para beneficiar a sus socios y amigos.
En este caso, nuestras fuentes afirman que “en la Secretaría de Finanzas del estado ya sabían que Banco Azteca era el bueno”. Y agregan que “el objetivo era desvalijar a Tamaulipas, sin que nadie sospechara, pagando los préstamos del Banco Azteca con recursos públicos”.
Cabe destacar que los contratos y modificaciones están firmados por María de Lourdes Arteaga Reyna, secretaria de finanzas y una de las funcionarias más cercanas a Cabeza de Vaca.
Es importante resaltar que, el 1 de octubre de 2016, tras la toma de protesta de Cabeza de Vaca, dos personajes (que habían sido pareja sentimental) fueron colocados en puestos de alta relevancia en su gobierno. Se trata de Juan José Espino y María de Lourdes Arteaga Reyna.
Arteaga Reyna, en ese momento, fue designada subsecretaria de ingresos de la Secretaría de Finanzas. Ulteriormente, sería designada titular de esa dependencia. Juan José Espino fue nombrado presidente de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje de la Secretaría del Trabajo.
Juan José y Alejandra María, hijos de la pareja, también obtuvieron buenos trabajos. Juan José como director de informática del Instituto Registral y Catastral. Y Alejandra María como jefa de la dirección de Relaciones Institucionales.
“Así de turbias eran las cosas en Tamaulipas. María de Lourdes [Arteaga Reyna] acataba todo lo que Cabeza de Vaca le ordenaba. Y lo hacía por dos razones: porque le convenía y porque le temía. ¡Urge que las autoridades investiguen a estos corruptos!”, señala nuestra fuente.
Pero, más allá de los evidentes actos de nepotismo, existe la posibilidad de que Cabeza de Vaca pudiera haber utilizado Banco Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, como un lugar propicio para el desvío de ecursos públicos.
El gobierno de Américo Villarreal, por lo demás, ha denunciado que heredó del gobierno de Cabeza de Vaca una deuda pública de más de 16 mil 10 millones de pesos.