El Geneísmo y la Enajenación Tecnológica en el Transhumanismo - Paralelo24 Skip to main content

Heidegger ya nos había advertido sobre la tiranía de la técnica. En su ensayo La Pregunta por la Técnica, Heidegger se pregunta por la esencia de la técnica y sostiene que la técnica moderna ha sido entendida distinta a como lo entendían los griegos, ya que estos últimos veían a la técnica (tecne τέχνη) como lo artesano, el trabajo manual sobre los objetos, incluso en su apreciación artística, sin embargo, con la modernidad, la técnica se ha convertido en un encuadramiento o imposición mecánica de los entes (del alemán Gestell) en el sentido de que la técnica moderna se enfoca únicamente en la utilidad de un objeto, manipula el entorno para que el resultado sea potencialmente “mejor”.

El Gestell es una forma de ver el mundo, es considerar los diversos elementos de la naturaleza: rocas, animales y árboles como si fueran un recurso en potencia y nada más y sin una teleología. La técnica moderna sostiene la perspectiva de que el mundo es importante sólo en tanto que tiene “utilidad” para la humanidad, si no, es desechable. Todo lo que existe es potencialmente explotable para hacer la vida más fácil y organizada.

Heidegger después llamará a esto, la tiranía de la técnica, siguiendo su filosofía en la que el Dasein se encuentra arrojado a los entes: “La tiranía de la técnica, siendo que ella es tan insegura y vacilante respecto de sí misma y tan desvaneciente. Dentro de nada, se habrá superado a sí misma y habrá perdido toda fiabilidad. El hecho de que tal cosa pueda llegar a imperar y a encandilar, ¿qué tipo de hombre presupone? ¿Hasta dónde tiene que haber llegado ya el desarraigado para vernos arrebatados por algo así? Pues, al fin y al cabo, aquí no se trata de individuos sueltos que quizá aún se defiendan de modo romántico pero que, sin embargo, también acabarán resultando triturados junto con los demás” (1) ¿Estamos entonces ante la tiranía de la técnica y la tecnología, en la cual una oligarquía busca controlarnos a partir de una Cibercracia disfrazada de una ciber-utopía transhumanista?

Dentro de esta era de la Técnica, nos encontramos con la aparición del transhumanismo y sus múltiples variables. El problema con el que nos topamos en el transhumanismo es la cuestión sobre una supuesta “mejora”, Pero ¿esta “mejora” cuál es y hacia donde está direccionada? Se entiende una “mejora” en comparación con el estado actual del ser humano, si se es sordo, lo mejor sería que pueda usar su sistema auditivo naturalmente, si se está enfermo, lo mejor es que tenga salud, si una persona perdió un brazo, lo mejor es que tenga una prótesis para que este completo en la medida de lo posible, pero cuando la mejora se busca en el estado natural del ser humano, ¿hacia qué lado tendría que ser entonces la mejora? ¿Con qué se puede comparar la naturaleza para que este alcance una mejora? El proyecto transhumanista ve de este modo la naturaleza humana como imperfecta y buscaría lograr lo inimaginable. Que el ser humano sea capaz de ver en la oscuridad como un gato, tener más fuerza de lo natural con un brazo biónico o con un exoesqueleto mecánico, volar cómo un ave, o ser como una quimera (2), incluso llegar a ser inmortal a través de un rejuvenecimiento constante. Estaríamos entonces no ante un conflicto de ricos vs pobres o de colectivo vs individuo o de razas superiores vs razas inferiores sino de superhumanos cyborgs contra humanos normales.

Se viviría un momento parecido a la película Gattaca, protagonizada por Ethan Hawke y Uma Thurman, la cual plantea un futuro cercano donde existe el “Genoísmo”, una discriminación hacia los seres humanos con genes y con un ADN inferior al de otros, puesto que en ese mundo ya se realizan modificaciones genéticas para que las próximas generaciones nazcan con mejoras genéticas conocidos como “válidos”, a diferencias de los “in-válidos” que son los humanos naturales. Estas modificaciones van desde una mejor vista y una reducción de probabilidades de contraer una enfermedad hereditaria, el coeficiente intelectual hasta una mayor fuerza para pruebas de rendimiento físico. El problema que supone esto, es de vital importancia, porque implica una diferenciación entre humanos genéticamente modificados y humanos normales. ¿Quiénes accederían a estos tratamientos? ¿Serían clínicas privadas que solo personas con alto poder adquisitivo podrían pagar? ¿Sería el Estado el que provea de este tipo de eugenesia a toda la población? Como vemos, la diferenciación ya no sería únicamente social, racial, de género, sino también de genes, porque habría incluso personas de clase alta normales y personas de clase alta con mejoras genéticas, mientras habría personas pobres con genes “normales”.

Sería una especie de Nazismo, pero no basada en la raza aria, sino en la superioridad genética transhumana, una distopia que parece que no falta mucho para que sea una realidad. Similar a este planteamiento, estaría la película Elysium estelarizada por Matt Damon y Jodie Foster, la cual plantea un mundo distópico donde solos los millonarios tienen acceso a modificaciones genéticas y tecnologías de mejoramiento humano viviendo en una estación espacial mientras las demás personas viven en la Tierra arruinada por el cambio climático con aire contaminada por desechos nucleares e industriales. El filme plantea cómo la lucha entre ricos y pobres no es por tener riqueza distribuida, sino de inmigrantes marginados que buscan tener acceso a esas mejoras genéticas y curar sus enfermedades con unos aparatos llamados Med-pods. Aunque se pudiera pensar que esto solo es una fantasía que encuentra en el género Cyberpunk y en la Ciencia ficción, hay que entender que estas tecnologías ya están aquí, no son algo del futuro, y sus avances van a pasos agigantados.

De ser posible todos estos planteamientos, la humanidad se encontraría pasando por un momento histórico, que según Piero Gayozzo, un exponente del Transhumanismo (H+), llama una Suprapolítica (3), que es, la “superación de los limites humanos y por ende políticos”. Además de que implica un “Postpoliticismo” el cual “se define como el abandono o la superación de las ideas políticas por medio de la tecnología porqué si tenemos una superinteligencia, no necesitaríamos votar porque la superinteligencia podría tomar todas las decisiones de la sociedad muchísimo mejor que los seres humanos; por tanto, no sería necesaria la política” (4). Gayozzo arguye dentro de su proyecto transhumanista que existe una oposición biológica y bioética frente al proyecto de mejoras tecnológicas, creando así una nueva postura política llamada bio-conservadurismo o neo-luditas (5).

Esto desdibuja por completo las barreras de la izquierda y la derecha. Aleksander Dugin, a quien ya hemos mencionado, desde su posición de la 4TP, es un crítico feroz del transhumanismo a quien ha acusado como “el resultado de los últimos siglos a lo largo de los cuales la humanidad ha llegado a creer seriamente en el mito del progreso y la evolución. El transhumanismo es la conclusión lógica final de la era moderna” (6).

Fuller y Lipinska mencionan en su texto El imperativo proactivo: una base para el Transhumanismo  que la dicotomía política del siglo XXI será el de los precautorios vs los proactivos con respecto al Transhumanismo, la Inteligencia Artificial y otras tecnologías de la 4ª revolución industrial como la nanotecnología, robótica, la ingeniería genética, la biotecnología, computación cuántica, etc (7).

Hace un tiempo había resumido en mi Twitter que el siglo XXI (a diferencia del XX) va a ser definido por la Inteligencia Artificial, por las investigaciones con respecto al problema de la Mente-Cerebro-Cuerpo, las derivaciones del computacionalismo y el Transhumanismo. Por lo que el seguir hablando en términos de Izquierda y Derecha se queda en un lejano mundo antiguo y solo quienes sigan planteando esto vivirán en el paleolítico inferior y en discusiones bizantinas.

  1. Martin Heidegger, Cuadernos Negros, 85, Reflexiones II-VI, Editorial Trotta, 2015. P. 284
  2. La quimera es un monstruo mitológico que se representa con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón
  3. Gayozzo, Piero. Teoría Extrapolítica y Postpoliticismo. Sobre la Vía de la Política, la evolución del hombre y la singularidad e inflexión bio-socio-política. Instituto para el Desarrollo de Propuestas Extrapolíticas
  4. Lumbreras, Sara. El desafío del transhumanismo: Cuerpo autenticidad y sentido. 2019. P. 5.
  5. El ludismo es la postura que afirma y se opone fervientemente a la tecnología.
  6. Aleksandr Dugin – Transhumanism. El video se puede ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=PeIhrn3HkEo&ab_channel=Her-An
  7. Fuller, Steve; Lipinska, Veronika. The Proactionary Imperative. A Foundation for Transhumanism. Palgrave Macmillan, 2014, p. 43.

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