Por lavar y remozar la fachada del edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “los ministros y ministras, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, solían autorizar pagos que iban de los 4 a 5 millones de pesos semestrales”, aseguran fuentes al interior de la Corte.
“Se habla de que los ministros de la SCJN reciben un sueldo mensual de 298 mil pesos, que es superior al que recibe el presidente López Obrador, que es de 108 mil pesos mensuales. Pero, desde hace mucho, los gastos de estas personas han sido locos y onerosos”, nos dicen.
Entre 2015 y 2016, por ejemplo, “una empresa llamada Grupo Farla recibió casi 10 millones de pesos de la SCJN por darle un par de lavadas a la fachada de la Corte con mangueras de presión y con jabón neutro”, aseguran fuentes al interior del Poder Judicial de la Federación.
En efecto, al revisar los contratos correspondientes a ese periodo, es posible constatar que la SCJN dio, entre 2015 y 2016, dos contratos, uno de 4 millones 319 mil 216 pesos y otro por 5 millones 151 mil 630 pesos a una empresa denominada Grupo Farla, S.A. de C.V.
De acuerdo con ambos contratos, a los que pudimos tener acceso, dicha compañía se comprometió a realizar, en la sede de la SCJN, el “Remozamiento y limpieza de fachadas exteriores del edificio ubicado en la calle 16 de septiembre número 38, en la Ciudad de México”.
“En la explicación que la empresa presentó a la Corte (y en el Finiquito), le echaron mucha crema a sus tacos, pero la verdad es que, al final, los trabajadores del mentado Grupo Farla sólo lavaron la fachada con jabón y a manguerazos”, aseguran.
El lavado, en efecto, fue simple: “Se aplicaron sobre las fachadas diferentes niveles de limpieza, iniciando con brocha seca, una primer lavada con agua a presión y una segunda con agua y jabón neutro (canasol), posteriormente se aplicó… un enjuague final con agua a presión”.
Más allá de señalamientos, lo cierto es que Grupo Farla tiene un lóbrego historial de sanciones. En 2008, por ejemplo, el extinto Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) sancionó a esa empresa por un atraso de obra en el Museo Nacional de Culturas Populares.
Nuestras fuentes aseguran que Luis María Aguilar Morales, quien en ese momento era el ministro presidente de la @SCJN “sabía del sombrío historial de aquella empresa, pero aún así insistió en que Grupo Farla lavara la fachada de la Corte, costara lo que costara, nos dijo”.
Y no se equivocaban, porque, años después, en 2019, la contraloría interna de la @SFP_mx detectó que Grupo Farla, SA. de C.V., al elaborar un propuesta económica para la Casa de Moneda de México, había mentido con respecto al salario con el había registrado a sus trabajadores ante el IMSS.
Pese a las diversas sanciones a esta empresa, y a que el ministro Aguilar Morales conocía el negro historial de Grupo Farla, el comité de la Corte concluyó “resolver en sentido favorable” para que esa compañía lavara a manguerazos y con jabón neutro la fachada de la SCJN.
Sin embargo, tan alto fue el costo y la simpleza del trabajo ejecutado que, el 5 de enero de 2017, la propia Contraloría interna de la SCJN, ordenó ejecutar la auditoria DA/2017/16, con el fin de verificar que la obra ejecutada correspondiera “a la efectivamente pagada”.
Dicha auditoría arrojó que Grupo Farla había cobrado por “trabajos que presentaban deficiencias en su realización a menos de un año de su contratación”, tales como: aplanados a base de mortero; duelas, reparación de grietas; pintura a la cal color blanco y color rojo óxido.
Esa misma auditoría detectó que a Grupo Farla ya se le había dado “un anticipo antes de iniciar los trabajos”, lo cual propició “deficiencias de planeación” y, al haber “mayor financiamiento a la contratista”, también se produjo un “retraso en el inicio de los trabajos”.
“Así es Luis María Aguilar, el ministro que ordenó pagar 2 mdp por colocar una lona en un patio de la Corte para que no le diera el sol en la cara, tipo que pidió que se declarara inconstitucional la consulta para enjuiciar a los expresidentes neoliberales”, concluyen.
