Con ayuda de Lorenzo Córdova, el exdirector del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar Ugarte, habría repartido plazas de trabajo en el INE y en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM entre sus alumnos, de acuerdo con el testimonio de fuentes que trabajan en la máxima casa de estudios y estos favores entre amigos nos han costado caro.
Recapitulemos: El 12 de abril de 2021, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar Ugarte, solicitó a la Presidenta del Consejo Técnico de Humanidades, Guadalupe Valencia García, mediante oficio IIJ/SAC/123/2021, la ampliar de la licencia presentada por Lorenzo Córdova Vianello.
El 6 de mayo de 2021, Valencia García respondió a Salazar Ugarte, mediante el oficio CTH-15/0543/2021, que sí aprobaba la licencia solicitada en favor de Lorenzo Córdova, la cual sería del 4 de abril de 2021 al 3 de abril de 2023. Hasta ahí todos felices.
Dada la amistad entre Córdova y Ugarte, la UNAM debió informar si en la extensión de la licencia a favor de Córdova Vianello hubo tráfico de influencias, tomando en cuenta que el Estatuto de Personal Académico de la UNAM, establece una temporalidad máxima de 6 años.
Considerando la dimensión del caso y del personaje, se le le pidió al rector de la UNAM, Enrique Graue, que hiciera público si las licencias laborales solicitadas por Córdova a su plaza del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM eran reales o habría incurrido en tráfico de influencias. Y Graue calló.
Nos dicen que “ese silencio sepulcral se debe a que Graue tiene pleno conocimiento de que Pedro Salazar Ugarte y su amigo, Lorenzo Córdova infringieron el Estatuto de Personal Académico de la UNAM. Pero nadie quiere hablar al respecto, porque temen a las mafias de la UNAM.
“Salazar Ugarte es un tramposo; siempre ha elegido alumnos y alumnas dóciles para ejercer sobre ellos una influencia intelectual perniciosa. Y si los chavos demuestran ser lo suficientemente obedientes y maleables, entonces el cabrón los incorpora a su camarilla”, nos aseguran.
El método de Ugarte, nos dicen, es el siguiente: “A los estudiantes más aduladores, y a quienes más tarde puede utilizar, los promueve y, al poco tiempo, les consigue una plaza laboral. De hecho, así fue como muchos de sus pupilos entraron al INE e Investigaciones Jurídicas de la UNAM”, nos explican.
“Si alguien se pusiera a revisar las tesis que Ugarte dirigió se daría cuenta de que el tipo que le cuidó su plaza a Lorenzo Córdova en la UNAM es el mismo que, en contubernio con el exconsejero presidente del INE, se encargó de repartir plazas entre sus discípulos”, afirman.
Cabe destacar que, en su propio currículo, Pedro Salazar Ugarte, quien es señalado por ser uno de los personajes que ayudó a Lorenzo Córdova a preservar su plaza en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, mientras presidía el INE, presume haber dirigido 21 tesis, entre 2006 y 2017.
Sin embargo, en la Base de Datos Bibliográficos de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM sólo se encuentran registradas 14 tesis dirigidas por Ugarte; es decir: siete menos de las que presume haber dirigido el exdirector del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
“Lo más burdo y aberrante es que la mayoría de los alumnos que Ugarte asesoró, sospechosamente, consiguieron una plaza en el INE y en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Y eso no lo hizo solo, sino con la ayuda de Lorenzo Córdova”, acusa una de nuestras fuentes.
Y, en efecto, al revisar cada uno de los registros de las tesis que el exaspirante a rector de la UNAM dirigió, pudimos constatar que buena parte de los alumnos y alumnas a quienes Salazar Ugarte dirigió en sus trabajos, terminaron obteniendo una plaza en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) o en el INE.
En 2010, por ejemplo, Salazar Ugarte fue director de la tesis de maestría “El derecho a ser votado de los ministros del culto religioso en México”, del alumno Carlos Alberto Ferrer Silva. Actualmente, este personaje es director de la Unidad Técnica de lo Contencioso en el INE.
Lo mismo ocurrió en 2016, cuando Salazar Ugarte dirigió la tesis de licenciatura “Representación política y género, un análisis desde la jurisprudencia…”, de la alumna Bárbara Torres Méndez, quien, al poco tiempo, también apareció ocupando una plaza en el al INE como asesora.
Otro caso es el de J Martin Reyes, colaborador de @asilascosasw, y a quien, en 2011, Ugarte le dirigió su tesis de licenciatura. “El comentócrata que participa con Gabriela Warkentin y Javier Risco, también consiguió plaza en el IIJ, por conducto del amigo de Lorenzo”, nos aseguran.
Otro caso fue el de Sandra Liliana Serrano García, a quien, en 2017, Ugarte le dirigió la tesis de doctorado “La recepción de los criterios interamericanos en las Cortes de Colombia y México…”. Hoy, esta persona tiene una plaza como Investigadora Titular “A”, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas
En 2016, Ugarte dirigió la tesis de licenciatura “La protesta social como catalizador de la democracia y los derechos humanos”, de Paulina Barrera Rosales. Como en los casos anteriores, la alumna terminó con plaza de Investigadora (Asociada “C” de tiempo completo) en Jurídicas.
Otro caso es el del técnico académico Jesús Eulises González Mejía, con plaza en el IIJ, quien, curiosamente, en 2017 también tuvo como director de tesis de licenciatura a Salazar Ugarte. “Sólo les faltó meter a su amante, a los cabrones”, expresa otra de nuestras fuentes.
A Ugarte y a Lorenzo no les importa que este tipo de cooptación constituya una ilegalidad en los procesos de selección. Lo que buscan son incondicionales que, tarde o temprano, sirvan a sus intereses”, concluye una persona que, durante varios años, trabajó con ambos personajes.