Ayer, en su primer mensaje como consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei se pronunció a favor de revisar meticulosamente el gasto de ese organismo. Y urge revisarlo, porque nos aseguran que Lorenzo Córdova inundó de corrupción ese organismo
“Definitivamente, Guadalupe Taddei tiene que revisar el gasto del INE; y es que Lorenzo y su cuadrilla no sólo secuestraron al instituto, sino que, más de una década, lo saquearon a manos llenas”, asegura una fuente que trabaja en la Subdirección de Adquisiciones del INE.
“Te pongo un ejemplo de los muchos robos que Lorenzo y sus secuaces cometieron: En 2021 pagaron más de siete mil pesos por 17 mesas plegables que costaban menos de mil pesos en el mercado. Ese tipo de transas son las que tiene que revisar Taddei”, asegura nuestra fuente.
De acuerdo con esta versión, “el INE, con el aval de Lorenzo Córdova, contrató a empresas que elevaban los precios desmesuradamente y, al final, se repartían el botín entre ellos”. Las contrataciones, dicen, se habrían llevado a cabo a través de la Subdirección de Adquisiciones.
Al revisar el contrato LP-INE-071/2021, referente al “Suministro e Instalación de Mobiliario para los pisos 3 y 6 de la Torre Zafiro II”, podemos constatar que, en efecto, el INE, gastó más de 6 millones de pesos en mesas, sillas, archiveros, un sillón y un muro móvil.
Lo anómalo es que el INE, siempre dispendioso, decidió pagar 7 mil 673 pesos mesas plegables, que en la tienda Coppel tiene un precio, por pieza, de 899 pesos. Y el INE, en ese momento presidido por Córdova, no compró una mesa, sino 17, por las cuales pagó 130 mil 451 pesos.
Cabe mencionar que las Torre Zafiro I y II, oficinas administrativas del INE, están en la colonia Jardines de Pedregal, una de las zonas más lujosas de la CDMX. Y por la renta de estas dos torres, el INE, en épocas de Lorenzo Córdova, pagaba 48.2 millones de pesos al año.
De modo que estaremos, muy ansiosos, esperando las auditorías que Guadalupe Taddei esté llevando a cabo en el INE, un organismo que estuvo más de una década secuestrado por Lorenzo Córdova, quien, de momento, ya consiguió trabajo como “analista” en LatinUs.
