Hoy en la conferencia de prensa matutina, en la sección del Pulso de la Salud, el Dr. Hugo López Gatell habló de la realidad de los consultorios adyacentes a las farmacias (CAF), aquellos que dan consultas supuestamente gratis o a un costo bajísimo y que tienen presencia a nivel nacional.
Con el fin de dar una resolución al síntoma, no se requiere de cita y se atiende al paciente casi de forma inmediata. Esto daba una apariencia de confiabilidad, sin embargo, no resuelven de forma integral los problemas de salud incluyendo la hipertensión cardiaca diabetes u otras enfermedades crónicas, además de que la consultas médicas se desenvuelven en un ambiente de precariedad.
“Los consultorios adyacentes a las farmacias no resuelven problemas de salud de mayor importancia, quizás resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea, un problema de salud de corta duración que afecta, principalmente, a población sana. Pero alguien que tiene diabetes, hipertensión o una enfermedad pulmonar o cardiaca crónica como gran cantidad de la población mexicana, estos consultorios no le van a resolver o incluso podrían poner en riesgo su salud y su vida, y esto es muy importante tenerlo presente”, declaró.
El subsecretario de Salud también señaló que “para estas cadenas de farmacias lo importante es que salgan con una receta de seis, ocho, 10, 15 medicamentos, la gran mayoría no indicados, no correctamente indicados y abuso de antibióticos”, lo que puede suponer un grave riesgo para la salud.
En el año de 2008, existían cerca de 3,000 consultorios de este tipo en el país y en 2010, el número de éstos se disparó cuando entró en vigor el acuerdo que reguló la venta y dispensación de antibióticos en todo el país, los cuales solo podían ser surtidos con receta en mano. En 2019, ya existían alrededor de 19 mil consultorios que, brindaban un mayor número de consultas de las que facilita el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Como ha dicho el Presidente continuamente: “desmantelaron lo público para hacerlo privado” durante 36 años. Estamos sufriendo las consecuencias de las reformas para sustituir la seguridad social para esta sea proveída a través de empresas privadas (a veces surgidas de la nada) y poder subcontratar los servicios y personal para aminorar los costos. “La salud es un negocio muy lucrativo“, aseguró el subsecretario. En conclusión, el ISSSTE y el IMSS, fueron prácticamente destruidos.