CON PIEDAD EN LA POESÍA, la poesía colombiana y latinoamericana está bien representada.
Dentro de los incómodos discursos sobre la aristocracia en el mundo democrático, el que no levanta polémicas es sin duda los premios Príncipe y Princesa de Asturias o el Premio Reina Sofía, todos ellos otorgados por España.
Así que es bienvenido el XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana otorgado a la poeta, narradora y dramaturga Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951) y entregado por su majestad la Reina Doña Sofía en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid.
A sus 73 años, Piedad Bonnett, tiene un porte juvenil, casi adolescente en su figura de estudiante aplicada y mirada pizpireta desde unas gafas universitarias. A simple vista, con su porte estudiantil, esconde el oficio y el sentir de una autora prolífica con obras de teatro, novela y poesía.
Sus libros son poco difundidos en México pero pueden encontrarse algunos ejemplares en la mínima esquina destinada a la poesía en “las librerías de prestigio” y otro tanto en el espacio destinado a la narrativa latinoamericana. Académica en la rama literaria, traductora pero principalmente poeta, su lenguaje se basa en un apasionamiento lírico de un ritmo libre, con lenguaje transparente y, como toda transparencia, deja ver lo profundo. Su producción se ha traducido a otros idiomas como el francés, el italiano o el alemán.
Ha obtenido diversos premios por sus obras, tales como Premio nacional de poesía, Instituto colombiano de cultura, 1994, por El hilo de los días; Premio de poesía Poetas del mundo latino 2012, Premio de Poesía José Lezama lima, 2014)por su libro Explicaciones no pedidas. De entre sus obras poéticas se destaca De círculo y ceniza, 1989; El hilo de los días, 1995; Todos los amantes son guerreros, 1998; Las herencias, 2008; Los habitados, 2017, entre otros.
Su obra narrativa ha sido más difundida y se destaca Lo que no tiene nombre, 2013, donde se narran las difíciles peripecias de su hijo con una enfermedad, el artista plástico Daniel Segura Bonnett (1983-2011) y su posterior suicido, y de quien después haría un homenaje con el libro Daniel Segura Bonnett (1983-2011), dibujos, pinturas y grabados, 2013, en coautoría con Lucas Ospina.
También tiene publicadas las novelas Después de todo, 2001; Siempre fue invierno, 2007; El prestigio de la belleza, 2010, Qué hacer con estos pedazos, 2022, entre otras.
Tiene un libro de poesía reunida hasta 2015 Poesía reunida, 2015Aunque es más conocida en el mundo como narradora, Piedad Bonnet basa su discurso literario en el poder que tiene la poesía como acompañamiento “porque –ha dicho— el poeta siempre escribe para otro”, y como remedio frente a la destrucción de la solidaridad social, ya que, según sus palabras “la poesía no puede cambiar el mundo, pero sí ampliar los límites de nuestra sensibilidad y nuestra conciencia”.
La escritora ha agradecido el premio “otorgado por un país de cuya poesía me he alimentado durante toda mi vida”, antes de poner fin a su discurso con unos versos en memoria de su hijo, fallecido hace trece añosSu obra literaria es femenina no feminista pues da voz a una generación de mujeres educadas en la sumisión y el acatamiento a formas tradicionales de obediencia que al fin se rebelan y rompen los límites sociales de lo establecido. También habría que destacar cómo ha hecho del dolor una forma estética sin caer en el patetismo desmesurado sino de una transformación para enfrentar las vicisitudes de un mundo complicado, violento y doloroso. La oscura disonancia, la más reciente obra de Piedad Bonnett se ha presentado en el Palacio Real de Madrid.
Se trata de la antología que acompaña al XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, y que recorre toda la obra poética de la autora, además de cinco poemas inéditos manuscritos por Bonnett.
El galardón, creado hace 33 años, reconoce el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común de España e Iberoamérica.
Se trata del premio más prestigioso en el ámbito de la poesía española y portuguesa.Junto a la dotación económica, 42.100 euros, el reconocimiento lleva consigo la edición de una antología poética, jornadas académicas y el estudio de su obra a cargo de un destacado profesor de literatura de la Universidad de Salamanca.
El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana ha recaído en figuras tan importantes como José Hierro, Mario Benedetti o Gioconda Belli.
Esperemos que con este premio, la obra de la poeta y narradora tenga más difusión pero principalmente en México.