El juzgado en materia mercantil declaró el jueves 8 de noviembre la quiebra de Altos Hornos de México (AHMSA), una empresa que durante más 30 años fue la siderúrgica más importante del país.
AHMSA fue un indiscutible motor económico de la región carbonífera de Coahuila y por lo mismo, los tentáculos del neoliberalismo la estrangularon hasta hacer que con su cierre termine un ciclo en la industria del acero en México.
No pudo lograrse un acuerdo con acreedores en el proceso de concurso mercantil y Ruth Huerta García, jueza segunda de distrito de concursos mercantiles, declaró de oficio la quiebra de la empresa con sede en Monclova.
Se iniciará el proceso de liquidación con el que deberán de cubrirse los pagos a cerca de 20 mil trabajadores directos, 50 mil trabajadores indirectos y más de mil 600 acreedores, entre ellos la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
A partir de que se dicta la etapa de quiebra, la ley marca cinco días hábiles como plazo para que se publique en el Diario Oficial de la Federación, y esto implica que no habría ya ninguna etapa de negociación o de restructura y se procede a buscar la maximización del valor de todos los activos para su venta.
Los acereros de Coahuila fueron durante más de tres décadas la empresa siderúrgica más importante del país y una de las más grandes de América Latina. Con su quiebra se afecta a más de 70 mil trabajadores –alrededor de 20 mil directos y 50 mil indirectos– debido al cierre de minas y demás empresas de la zona centro y carbonífera de Coahuila, que dependían de las operaciones de una compañía que aportaba alrededor de 8 por ciento del producto interno bruto del estado.
AHMSA, una empresa de éxito, fue fundada en 1942 en Monclova, Coahuila, transformando una región agrícola en la capital del acero, aportando 15 por ciento del metal fabricado en México.
En 1991 el ex presidente Carlos Salinas de Gortari entregó la siderúrgica mexicana por una quinta de parte de su valor al dueño del Grupo Acerero del Norte (GAN), Alonso Ancira.
Con el paso de los años la actividad económica de la región se fue diversificando; sin embargo, hasta inicios de esta década una tercera parte de la economía aún dependía de esta compañía, por lo que su cese de operaciones a inicios de 2023 trajo consigo una profunda crisis.
Desde 2016 la empresa arrastró una serie de dificultades financieros que no pudieron responder con la producción acerera.
Aunado a esto, en febrero de 2021, un juez federal con sede en el Reclusorio Norte vinculó a proceso a Alonso Ancira por el delito de lavado de dinero, acusado de sobornar con 3.5 millones de dólares al entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, para lograr la venta de la planta de fertilizantes Agronitrogenados.
Tras ser detenido en España y extraditado a México, en abril de ese mismo año, Ancira quedó en libertad al pactar un acuerdo reparatorio de 218.6 millones 664 mil dólares por los daños causados a Pemex, el cual liquidaría en cuatro pagos.
Ancira no cumplió con el último pago por 12.6 millones de dólares pactado para noviembre de 2023; sin embargo, la empresa obtuvo una prórroga que se cumpliría el 30 de noviembre de este año.
Desde abril de 2023 el empresario ya no forma parte de la compañía, siendo el nuevo dueño el fondo Argenteam Creek Partners, que inyectó 200 millones de dólares; sin embargo, necesita nuevas inversiones por 900 millones de dólares.
Como siempre y ante la enorme pérdida laboral, el gobierno de Coahuila se comprometió a dar apoyo a los trabajadores y a la economía de Monclova. En un comunicado, ofreció seguir de cerca el proceso legal en curso para que los derechos laborales de los empleados de AHMSA sean respetados y que reciban los pagos correspondientes.
Pero recordemos que antes de la quiebra oficial de AHMSA, el gobierno de Coahuila dirigido por Miguel Riquelme, no apoyó a los trabajadores que desde hace un año dejaron de recibir su sueldo; tampoco lo hizo el nuevo gobernador, también priista, Manolo Jiménez Salinas quien, ahora sí, anuncia apoyo a los trabajadores y a la economía de Monclova.
Minar las finanzas de empresas paraestatales exitosas para después ofrecerlas en bandeja de plata a empresas privadas, fue la táctica y estrategia del neoliberalismo, con el cuento de que dichas empresas mejorarían con dichas privatizaciones.
Ahora se puede ver que el cuento privatizador de éxito tuvo un final feliz sólo para uno de sus los dueños, pues Alonso Ancira vive cómodamente en Estados Unidos (tiene doble nacionalidad) y no le importa lo que suceda con la empresa.
Y un final desastroso para los trabajadores pues con la quiebra de AHMSA quedan en la calle cerca de 70 mil trabajadores (la mayoría especializados) y condena a Monclova a la ruina, pues esta industria era el motor económico de su zona.