Proceso dejó de ser el semanario que era; los vínculos familiares de María Scherer Ibarra con Felipe Calderón comprometieron la línea editorial de la revista
Últimamente, Proceso, otrora reconocida por su supuesta imparcialidad, ha sido objeto de críticas debido a sus acuerdos con gobiernos panistas, poniendo en entredicho su independencia editorial.
Fundada por Julio Scherer García, en noviembre de 1976, esta publicación ya no es el semanario que hace décadas fue. Hoy mismo, la publicación ha sido cuestionada por su cercanía con la corrupción y su aparente inclinación hacia los gobiernos de derecha.
Fuentes cercanas al círculo rojo de esta revista, sostienen, por ejemplo, que la revista Proceso ha suscrito contratos lucrativos con el gobierno de Aguascalientes, liderado por María Teresa Jiménez Esquivel, desde octubre de 2022.
Y, en efecto, diferentes contratos (de los cuales ofrecemos copias) revelan que estos acuerdos, gestionados a través de la Secretaría de Administración del Estado, podrían estar comprometiendo la integridad editorial de la revista.
Al revisar los diferentes paquetes publicitarios, podemos ver que la revista, por medio de pagos jugosos, se compromete a incluir diversas inserciones en la revista y en su sitio web, proceso.com.mx, lo que ha levantado sospechas sobre posibles influencias en la línea editorial de la publicación.
La falta de transparencia en la asignación de estos contratos refleja un problema sistémico de corrupción que afecta la credibilidad de los medios de comunicación.
La corrupción en los medios de comunicación socava la confianza pública y debilita la democracia. Es esencial que los medios, incluyendo a Proceso, mantengan altos estándares éticos y periodísticos, evitando compromisos que pongan en riesgo su independencia.
Lucha contra la corrupción en los medios
En ningún momento se puede soslayar que la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para preservar la integridad de la prensa y su papel en la sociedad.
Sin embargo, no ha sido así.
Cabe destacar que la hija del legendario periodista y fundador de la revista, Julio Scherer García, es María Scherer Ibarra, quien toma las decisiones más importantes en Proceso.
María Scherer, por lo demás, es esposa de Juan Ignacio Zavala, quien es cuñado del expresidente panista Felipe Calderón. María ha conducido una mesa de análisis en LatinUS y es empleada de Manuel Arroyo, dueño del periódico El Financiero.
Y hay quien sostiene que esas relaciones han ayudado a inclinar la línea editorial hacia la derecha, especialmente hacia el panismo.
“Las preguntas de Dalia Escobar, corresponsal de Proceso en la Conferencia Presidencial Mañanera, están cargadas y buscan poner en aprietos a López Obrador. Y las impone directamente María, a quien Dalila obedece sin chistar”, asegura una fuente al interior de esa revista.
Rol de los medios en la lucha vs la corrupción
Proceso, lamentablemente, ha olvidado que los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la denuncia y exposición de la corrupción, promoviendo la transparencia y exigiendo responsabilidad a las autoridades.
Y es que, a través del periodismo investigativo, los medios pueden contribuir a la concienciación pública y presionar por medidas anticorrupción efectivas. Su participación, libre y sin sesgos ideológicos, fortalece la democracia y fomenta una cultura de integridad en la sociedad.
La revista Proceso, que otro tiempo ayudó a consolidar el camino de la prensa crítica, tienen la responsabilidad de ser un ejemplo de integridad y transparencia, contribuyendo a fortalecer la democracia y combatir la corrupción en todas sus formas.
Infelizmente, no ha querido hacerlo y ha preferido darle la espalda al periodismo.