Ramón Alberto Garza García, fundador de Código Magenta, y Miguel Treviño de Hoyos han orquestado una millonaria campaña mediática a costa del erario público contra Sheinbaum y AMLO
Empresarios y fundadores del periódico Reforma orquestan campaña sucia −y millonaria−contra AMLO y Sheinbaum.
Miguel Treviño de Hoyos y Ramón Alberto Garza García, exdirectivos del Grupo Reforma, decidieron aliarse para intentar descarrilar a Claudia Sheinbaum y desacreditar, en su última etapa, al gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Por si fuera poco, esta costosa campaña sucia ha sido pagada con dinero público.
Y es que Miguel Treviño de Hoyos, actual presidente municipal de San Pedro Garza García y excoordinador de Proyectos Editoriales de Grupo Reforma, decidió abrir de par en par las arcas públicas y pagar millones de pesos a Ramón Alberto Garza García, exdirector de Reforma y actual dueño de un mediocre portal llamado Código Magenta.
El requisito que ha puesto Treviño de Hoyos, aseguran allegados al presidente municipal, es simple: sostener una guerra mediática contra el presidente López Obrador y la exjefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo.
“Treviño y Ramón Alberto no quieren que la Transformación vuelva a ganar la presidencia y, mucho menos, que se extienda hacia Nuevo León, un estado que ha sido gobernado por conservadores”, aseguran fuentes al interior de la empresa Magenta Multimedia S.A.P.I. de C.V., razón social de Código Magenta.
Y, en efecto, Paralelo24 pudo constatar que, a través de decenas de contratos millonarios, el alcalde de San Pedro Garza García ha financiado, con dinero público, al portal de noticias Código Magenta, un medio de comunicación que, desde hace tiempo, se ha mostrado virulentamente antilopezobradorista.
Cabe recordar que el longevo Ramón Alberto Garza García, quien se define a sí mismo como un periodista “experimentado”, inició su carrera hace más de cincuenta años, en 1973, de la mano del también regiomontano Alejandro Junco de la Vega, quien más tarde se convertiría en su jefe, mentor y amigo.
Y precisamente del dueño del periódico Reforma, Ramón Alberto aprendería que el editorialismo, la extorsión a políticos y las campañas sucias son un negocio redondo y con ganancias millonarias.
Ramón Alberto inició su carrera reporteril en el diario El Norte, cuya existencia, al igual que la de Reforma, era venerada en las aulas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), mejor conocido como el Tec de Monterrey.
Y ahí, Ramón Alberto, también logró obtener convenios millonarios.
Tanto así que, en 1997, ese instituto se convirtió en la imprenta oficial del Grupo Reforma que, en correspondencia, se encargó de elaborar y publicar el anuario estudiantil del TEC de Monterrey.
Ramón Alberto y el alcalde Miguel Bernardo Treviño de Hoyos tienen una larga y añeja amistad. Ambos trabajaron para Alejandro Junco de la Vega.
De hecho, Treviño de Hoyos fue editor en jefe de las páginas de opinión de El Norte, responsable del suplemento de The New York Times y representante de Grupo Reforma.
Curiosamente, Treviño de Hoyos también es egresado (e incluso ha sido docente) del Tecnológico de Monterrey.
EL “PERIODISMO DE LA EXTORSIÓN”
Es importante subrayar que, Ramón Alberto Garza, después de tener una carrera que ascendió meteóricamente, actualmente es un periodista venido a menos.
Tras salir traicionando y azotando puertas del Grupo Reforma, Ramón Alberto comenzó a fundar sus propios negocios informativos. En 1997, por ejemplo, creó su propio diario: Palabra en Saltillo. Y, desde ahí, poco a poco, comenzó a extender su influencia en el noreste mexicano y la zona del Bajío donde fundó el diario Mural, que, más tarde, terminaría uniéndose al consorcio de Reforma.
En pleno auge foxista, en el año 2000, Ramón Alberto se trasladó a la Ciudad de México donde consiguió ser el vicepresidente de Televisa. Dos años después, tras un estrepitoso fracaso en la empresa de Emilio Azcárraga, terminó enquistado en las filas de El Universal en 2002, como empleado de Juan Francisco Ealy Ortiz.
Pero su estadía allí solo duró 12 meses. Una vez más, el dinero, que había sido motivo de discordia en sus antiguos empleos, volvió a hacer mella en su carrera y tuvo que salir abruptamente del periódico de Ealy Ortiz.
Sin embargo, Alberto Garza García estaba obstinado en sacar ganancias del periodismo y decidió a lanzar un proyecto digital, al lado del empresario Alfonso Romo, llamado Reporte Índigo.
Pero el ego de ambos, así como la falta de pautas publicitarias y suscriptores, propiciaron que el barco naufragara muy pronto. Romo, un hombre de negocios práctico, decidió cerrar su cartera y bajar la cortina de Reporte Índigo.
Ambicioso, Garza García recurrió a su amigo Antonio Navalón, un empresario que encabezó el Grupo Prisa, dueño de El País. Pero el negocio no despegaba y los problemas económicos hicieron que Garza comenzara a ofrecer sociedades a diestra y siniestra, incluso al exgobernador de Oaxaca José Murat.
Pero, una vez más, su negocio volvió a naufragar.
Tras el rotundo fracaso de todos sus antiguos proyectos, Ramón Alberto, un hombre con un ego desmedido y una invencible adicción al dinero, volvió a echar a andar otro proyecto llamado Cyan Media Lab, una agencia informativa, que, actualmente, ofrece servicios como casa productora, portal de noticias y consultoría política.
Ahora bien, no es casual que Nuevo León sea el epicentro de los negocios de la familia de Ramón Alberto, quien decidió abrir las oficinas de Cyan Media Lab y su filial Código Magenta precisamente en San Pedro Garza García.
Cyan Media Lab, que fue registrada como marca en 2021, decidió situar su domicilio en Zona Loma Larga Poniente, en el municipio de San Pedro Garza García, un municipio dirigido, desde 2018, por un íntimo amigo de Ramón Alberto: Miguel Treviño de Hoyos, quien se reeligió en 2021.
Tampoco es fortuito que, un año después de su creación Cyan Media Lab comenzara a amasar un gran número de contratos gubernamentales hasta convertirse en uno de los principales proveedores de servicios de publicidad y comunicación en Nuevo León, principalmente en tres municipios: General Escobedo, Guadalupe y, desde luego, San Pedro Garza García.
Pero, además de los jugosísimos contratos de Cyan Media Lab, el exfundador de Grupo Reforma también ha recibido contratos millonarios a través de otras de sus empresas: Magenta Multimedia S.A.P.I. de C.V.
De acuerdo con el portal de Transparencia (INAI), de 2018 a 2023, Cyan Media Lab obtuvo 110 contrato con el estado de Nuevo León; 68 en el municipio de Guadalupe; 17, en San Pedro Garza García; 12 en General Escobedo; 6 con la Tesorería Municipal de Monterrey, y uno con la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Pero, además de estos 110 contratos, Cyan Media Lab ha cobrado más de 19 millones de pesos en los municipios de General Escobedo, la Tesorería Municipal de Monterrey y, desde luego, San Pedro Garza García.
Por su parte, entre 2018 y 2023, Código Magenta ha recibido 67 contratos por más de 13 millones de pesos.
Es decir: estamos hablando de más de 50 millones de pesos por golpear a AMLO y, más recientemente, a Claudia Sheinbaum.
Lamentablemente, para Cyan Media Lab −y su propietario: Ramón Alberto Garza− no todo ha marchado viento en popa. Y es que, en julio de 2022, por ejemplo, a las empresas del fundador de El Norte le llegaron varias multas por no pagar sus impuestos a tiempo.
Código Magenta cobró caro por cualquier minucia.
En octubre de 2022, por ejemplo, Código Magenta cobró más de 9 millones de pesos por difundir un spot de 20 segundos sobre el segundo informe de gobierno de Miguel Treviño de Hoyos. Pero esa es una cifra exigua si se le compara con los 9 millones 598 mil 706 pesos que, en mayo de 2021, el gobierno de Treviño pagó a Ramón Alberto por difundir una campaña titulada “Pre Roll Justicia Cívica”.
Pese a los millonarios ingresos que Código Magenta ha obtenido, la empresa de Ramón Alberto enfrenta varios citatorios por no pagar impuestos.
Algunos de sus propios empleados y exempleados, que nos buscaron para hacer esta denuncia periodística, sostienen que la nómina que Ramón Alberto paga a sus colaboradores no excede los 200 mil pesos anuales. Es decir: el regiomontano paga menos de 17 mil pesos mensuales a sus subalternos.
La pregunta es: ¿a la bolsa o a la cartera de quién van a parar todos los recursos millonarios que el fundador de Reforma obtiene por golpear, todos los días, mediáticamente a la Transformación?
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