Mi solidaridad con mis paisanos de Acapulco
El huracán Otis ha sido el más devastador en toda la Costa del Pacífico, incluyendo a Guerrero, aún los expertos de México y Estados Unidos, están sorprendidos a la velocidad en que se convirtió en categoría 5 en tan poco tiempo.
Sí se avisó de parte del gobierno estatal, pero quizá aún nos hace falta más cultura de la prevención, como ciudadanos, además, ninguno se lo esperaba que fuera de esa magnitud. Aún así, tanto el gobierno de Guerrero, como el de López Obrador, están actuando para reconstruir Acapulco, y también ayudar a los damnificados del otro municipio, Coyuca de Benítez.
Ya existe un plan de 20 puntos para la reconstrucción, es donde se contempla primero ayudar a los más pobres, y después, a los empresarios, y clase media. Sabemos que Acapulco depende del turismo, es por ese menester que sí levantamos la zona turística, vamos a ayudar a los pobres, que trabajan en los hoteles y restaurantes, así como en los demás servicios turísticos. Afortunadamente, el Secretario de Turismo federal, Miguel Torruco, anunció que sí se va realizar el “Tianguis turístico” en Acapulco, en abril de 2024, eso va generar más difusión a nivel internacional, y un compromiso de ayuda de varios países.
Es complicado, porque en Acapulco, viven alrededor de un millón de personas, sin embargo, los trabajadores de la CFE han estado día y noche reparando los postes para iluminar el Puerto. Lo mismo que la SEDENA y la Marina, junto con la Guardia Nacional, así como la policía de la Ciudad de México, que envió el Jefe de Gobierno Martí Batres. Aquí hago un reconocimiento a la oficial de la Fuerza de Tarea “Zorros”, Arizbeth Dionisio Ambrosio quien amamantó a un bebé acapulqueño que no había comido en bastante tiempo, la foto se hizo viral.
También mucha gente del pueblo está donando desde diferentes partes del país, y cualquiera puede ir a Acapulco, para entregar directamente las despensas, el camino está despejado. Algunos bancos ya están operando, así como algunas tiendas comerciales, lo mismo que gasolineras, y comedores comunitarios, aunque falta más. La información actualizada la encuentran en las páginas del gobierno de Guerrero, y el federal, ya que el Presidente delegó a la Secretaria de Gobernación la responsabilidad de la reconstrucción de Acapulco y que se coordine con la mandataria estatal.
A pesar de los esfuerzos, las aves de rapiña de los medios de comunicación de Derecha, están criticando a López Obrador, así como a Evelyn Salgado, y de manera ruin, le piden a la gente que no vaya a donar a Acapulco, además difunden noticias falsas, de audios anónimos, con ese propósito.
Una de las principales aves carroñeras es Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, quien recibió la concesión del Canal 13 entonces Imevisión, gracias a que Carlos Salinas lo privatizó, y su hermano Raúl Salinas, le prestó dinero para adquirir el canal.
Desde entonces, Salinas Pliego ha atacado a la Izquierda independiente y electoral, en México, a partir de 1994, pasando por Cuauhtémoc Cárdenas, cuando era Jefe de Gobierno, lo culpó TV Azteca de la muerte del drogadicto de Paco Stanley, hasta Televisa se unió al show y pidieron su renuncia. Lilly Téllez era su “reportera” estrella, quien, criticaba y molestaba al gobierno del PRD.
En cambio, apoyaron a Fox en el 2000. Ricardo Salinas le confesó a AMLO que lo atacó cuando fue candidato a Jefe de Gobierno, pero como ganó en ese año, se tuvo que cuadrar.
Sin embargo, es de todos conocidos cómo Televisa y TV Azteca denostaron a AMLO para que no fuera Presidente de México, en 2006, primero con los “video- escándalos” (con el “periodista” Brozo) patrocinados por Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos; hasta el desafuero, y los spots de televisión que aseguraban que López Obrador era “un peligro para México”, las televisoras se volcaron por Felipe Calderón del PAN.
En aquella época promovieron la “Ley Televisa” en el Congreso, la cual favorecía al duopolio de la televisión. En 2009 Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, impusieron la “tele-bancada”, diputado federales afines a las televisoras, por el Partido Verde, entre ellas, Adriana Zarur, conductora del Canal 40, que se apropió a la fuerza Ricardo Salinas, recordemos el caso del cerro del Chiquihuite, y la famosa frase de Vicente Fox “y yo por qué”, cuando le pidieron resolver ese conflicto.
Y Ninfa Salinas Sada, hija de Ricardo Salinas, a quien hizo plurinominal también primero como Diputada en 2009, y luego en el Senado, en 2012, igualmente, por el Partido Verde. Por cierto, Ninfa Salinas ha sido novia de Omar García Harfuch, es por eso que no hemos visto ningún ataque de Ricardo Salinas en contra del policía, en cambio sí se burla del físico otros políticos de Morena, o de periodistas como Sabina Berman, Álvaro Delgado, y Jenaro Villamil.
La mamá de García Harfuch, es la actriz de Televisa María Sorté. Eso me recuerda cuando la televisión inventó el noviazgo de Peña Nieto con la actriz Angélica Rivera “la Gaviota”, en 2012 rumbo a la Presidencia, como si fuera una telenovela, ahora están divorciados. Por cierto, el neoliberal Leo Zukermann, conductor del Canal Foro TV de Televisa, lanzó la pregunta “¿Vale la pena reconstruir Acapulco? A lo que los demás periodistas se quedaron atónitos en esa mesa de análisis, y pues Leo demostró su racismo hacia los pobres que viven en el Puerto.
Del Canal 40 salieron Denise Maerker y Ciro Gómez Leyva, quienes conducían el noticiero estelar por las noches, en sus inicios eran críticos contra el PRI-PAN, yo los miraba, pero repentinamente cambiaron, hay una entrevista que le hace Ciro a AMLO sobre el desafuero donde trata de burlarse del tabasqueño y quiere forzarlo a que diga que negociaría con los diputados de Derecha, pero el Jefe de Gobierno se negó.
Otra entrevista memorable se la hizo Ciro a Raúl Salinas, desde la prisión (encarcelado por Ernesto Zedillo) en donde el hermano del ex Presidente confiesa que sí le prestó dinero a Ricardo Salinas para adquirir la televisora, y que hasta ese momento, no le había pagado. Raúl precisó que fueron 29.7 millones de dólares, en 1993, que le dio como crédito. Así hizo su fortuna Salinas Pliego.
Después, Denise se convirtió en la estrella de Televisa, en su noticiero estelar; y Ciro se mantiene como conductor en el canal de Grupo Imagen, desde ahí -junto a su amigo el economista neoliberal David Páramo, que se jaló desde el Canal 40- critican a AMLO y a Morena. Son encendidos los debates entre el periodista Epigmenio Ibarra, de Izquierda, contra Ciro, en su noticiero matutino de Radio Fórmula.
La ex conductora de Televisa Adela Micha, le preguntó que Ricardo Salinas, sí había “línea” en sus canales, él respondió tajantemente que sí. Eso rompe con las mentiras de sus empleados Javier Alatorre, Carolina Rocha, Mónica Garza, Irving Pineda, Villalvazo, Jorge Zarza, etc., quienes han negado “línea” de su patrón. Todos ellos, y otros conductores de TV Azteca, también respondieron y publicaron mecánicamente en sus redes, la respuesta de Ricardo Salinas al Presidente AMLO, evidenciando que hacen lo que les dicte su patrón.
Todo el odio del dueño de TV Azteca proviene de dos cosas: él es neoliberal, y por ende promueve la “propiedad privada”, por eso menciona tantas veces la palabra “Libertad”, de prensa, de expresión, etc., sobre todo, la libertad para hacer negocios, el “libre comercio”, sin que intervenga el Estado, y eso es opuesto a la 4T de López Obrador, y la esencia de Morena. Ricardo Salinas tiene una universidad llamada “Libertad” que enseña que, el mercado se debe imponer frente al gobierno.
La otra razón, es que debe más de 25 mil millones de pesos al gobierno, por concepto de impuestos, al SAT, conflicto que data desde el gobierno de Vicente Fox, pero todos los presidentes en turno, le condonaban los impuestos, a cambio, de prebendas en la televisión. Por eso, el contubernio de Ricardo Salinas, con el PRI, PAN y el Partido Verde.
Ahora el magnate de TV Azteca está coludido con el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Luis María Aguilar, para que lo proteja y no pague sus deudas y así darle carpetazo a su asunto, Ricardo Salinas presume ser empresario, pero es evasor fiscal. Por eso la Derecha, utiliza a la Suprema Corte como su único refugio, con Norma Piña, quien no quiere donar el dinero de los fideicomisos del Poder Judicial, a los damnificados de Acapulco, se justifica en la ley (igual que el Senador Germán Martínez), -que vale recordar, que muchas veces no es justa-.
En el ámbito cultural, el aire siempre ha estado en la historia de nuestros pueblos indígenas, pues los mexicas le rendían homenaje a “Ehecatl”, el viento, que representaban con Quetzalcóatl, hay monumentos a él, y siempre son circulares como característica única, como el que está en el metro Pino Suárez, de la Ciudad de México.
En mi natal Taxco, en el bosque del Huixteco, existe un monumento dedicado “al viento”, cerca de una montaña con un “voladero”, donde el aire resuella. En ese mismo municipio, existe el cerro del “Atache”, donde de niño, escuchaba el mito de que tenía encerrada una “culebra de agua”, que era una tormenta. En el teatro del hotel Misión de ese pueblo, había una pintura que refería un poco a lo que mencioné, y nuevamente aparecía el aire soplando.
También escuchaba a la gente decir que, no nos paráramos en las barrancas, porque podríamos “agarrar un mal aire”, el cual nos produciría enfermedades, por eso eran comunes las “limpias” con huevo y la planta de la Jarilla.
Durante las guerrillas de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, en los montes de Guerrero, los combatientes tenían que hablar “quedito”, porque el aire se llevaba sus palabras y se escuchaban a kilómetros de ahí, y serían descubiertos por los soldados.
El huracán es un fenómeno que se da en el Caribe, el origen de su nombre no es preciso, algunos aseguraban que es de origen taíno, pues en la isla La Española, los indígenas así le llamaban, y significa “tempestad”. Otros consideraban que es de origen Maya, y se menciona en el libro “Popol Vuh”, se asocia a una de las divinidades creadoras de la naturaleza y el hombre, y su significado sería “Corazón del cielo”, que tenía relación con la lluvia.
Mi amigo William Carrillo, originario de Libre Unión, municipio de Yaxcabá, Yucatán, me platica cuando convivió con su abuelo maya, que era comerciante y por eso recorrieron varios lugares de ese estado; desde niño, le aprendió consejos sobre sobre los tipos de vientos, de cómo predecir las tormentas, de lo que era un “Norte”, un “Monzón”, y por supuesto, sobre los huracanes.
Considera que el conocimiento ancestral Maya, se transmitió por generaciones, -recordemos que ellos eran magníficos observadores del universo-. Ellos como mayas (y todos los indígenas) le pedían permiso a la naturaleza para talar un árbol, y le agradecían por la comida que les brindaba.
En Chichen Itzá, el 22 de marzo de 2019, los turistas vieron en ese lugar “una serpiente de viento”, que era un torbellino que pasó cerca de la pirámide de Kukulcán, que es equivalente a Quetzalcóatl (introducido por los Toltecas) que representa al viento, entre otros simbolismos. En Tulum también hay un templo dedicado a la deidad del viento, es circular, como todos.
A mí me ha tocado estar solo, frente a un huracán, en mi casa, no era fuerte, pero su resuello es aterrador, y cuando yo estaba debajo del “ojo del huracán”, esa quietud fue espeluznante.
William me repite en Maya y castellano, los consejos que le daba su abuelo, eso es fundamental para que no se olvide la lengua, incluso me contó una anécdota de cuando estaban en el campo, y su abuelo, se anticipó a un “viento malo” que se acercaba a ellos, por lo que, se agacharon en una especie de hueco de la tierra, y el aire pasó encima de sus cuerpos sin dañarlos.
También William de niño, participó en un ritual maya, en Yucatán, para pedir lluvia, se le llama “Ch´a Chaac”, donde varios niños, fingen el sonido de diversos animales de la selva – a William le tocó ser un sapo-, al mismo tiempo, un “sacerdote” maya hacía un ritual, en un lugar especial, para pedirle a la naturaleza les brindara agua y cosechas; después ofrendaban comida, y finalmente, se la comían entre todos. Para los mayas, la deidad del agua es “Chaac”.
He comprobado que el aire resuella diferente en la montaña, en la selva, y en el mar -y en el desierto debe pasar lo mismo, los Apaches lo saben-. En mi amado Acapulco el resuello fue terrible, los científicos aseguran que es por el “cambio climático”, quién sabe qué digan los “curanderos”.
Parece que los muertos murmuran y resuellan, es algo que los mexicanos conocen, y así lo plasmó Juan Rulfo en su novela Pedro Páramo.
La película de Carlos Velo, basada en ella, me fascina, porque hace sentir las escenas cuando los muertos hablan a través del aire en esas casas y paredes podridas de vejez y de lamentos, así nos enteramos de las penurias perpetuas del amor, del cacique dueño de todo Comala, de la Revolución, de la desolación. La fotografía es de Gabriel Figueroa.
Juan Preciado (Carlos Fernández) poco a poco se va secando; Fulgor Sedano (López Tarso) tuvo aires de grandeza y lo balacearon; Susana (Pilar Pellicer) hace el amor con el aire de la playa; Pedro Páramo (John Gavin) termina solo, y en la escena final, en medio del resuello del viento, llegó Abundio para asesinarlo, era su hijo, que había perdido a su mujer Cuca Refugio, debido al “mal de ojo”, de fríos, y de la rescoldera. Esta película debería ser clásica cada “Día de muertos” en México.
En una casa se oyen ecos de muertos, sobre confesiones de fornicación al sacerdote y rezos. En la calle, se escucha una voz que dice: “Comala al amanecer el viento mueve las espigas en las llanuras verdes, y al medio día, arrastra las hojas frescas de los árboles por la plaza”.
En una escena Juan Preciado escucha las voces de los muertos, encerradas en las casas, él habla con su madre muerta, ella le dice: “Comala, mi pueblo, donde los sueños me enflaquecieron, ahí hijo mío, se ventila la vida como sí fuera un puro murmullo”. Él le responde: “Sí madre se oyen murmullos, gritos, ecos, pero no encuentro a nadie en tú pueblo”. Ella le asegura: “Así me oirás mejor, más cerca de ti, encontrarás la voz de mis recuerdos y la de mi muerte, sí es que alguna vez la muerte ha tenido alguna voz”.
Casi al final, en otra escena, en el camposanto, la voz de la madre muerta le pregunta: “¿Dónde estás Juan?”, él le reclama: “Aquí junto a tú gente, me mandaste a un pueblo solitario, buscando a alguien que no existe, caminando en esta larga noche, solo para morir por ti, ¿no me oyes madre? Ella le afirma: “Sí hijo mío, estoy a tú lado, acércate a mí, abrázame”. Él le confiesa: “Madre, sabes a polvo”, ella le reitera: “Ven a mis brazos”. Él, estando moribundo, susurra: “Qué tibio es tu regazo”.
La madre lo arrulla: “Descansa, ya no estarás solo”. Él, derrotado: “A mí padre no supe encontrarlo”. Ella le asegura: “Pedro Páramo nunca se acaba de morir”. El cementerio parece que se derrumba.
En medio del resuello, el cacique Pedro Páramo, dio su último suspiro, por su amada Susana.