Victimismo como estrategia mediática - Paralelo24 Skip to main content


Estamos viviendo días de alumbramiento. Las cosas de la razón social y la política han cambiado radicalmente en los últimos 5 años. Y la gente, -esa entidad que los políticos han despreciado muy comúnmente- hoy por hoy, ya no se tragan la píldora.

Vivimos en una sociedad que participa, que se informa ya no tanto en los canales tradicionales, sino también en las redes digitales, en las discusiones grupales y en los entornos familiares.

El sentido de lo comunitario ofrece esa alternativa: Darle vuelta a la información que siendo manipuladora, se puede transparentar.

Aunque muchos no lo quieran reconocer, esto ha sido provocado por el mismo ejercicio del Gobierno, que sin tapujos, habla todas las mañanas de sí y para sí y de los temas generales que importan en la sociedad mexicana actual. Hace unos 20 años, aún con la hegemonía del bipartidismo imperante, esto era prácticamente imposible.

La gente que vivía bien (una entelequia producida en el canal de la estrellas) era aquella que vivía en el cuento de hadas eterno de las telenovelas. Ahí, el ascenso social (que convenía a la clase gobernante) era el que estaba basado en la desigualdad social, el simulacro de superación personal basado en el clasismo y el racismo sembrado como una forma natural del vida. La educación del pueblo contaminada de idiosincrasia neoliberal. “Solo puedo salir adelante si parto de mi condición rebajada en la escalera y alguien poderoso rico y blanco, me tomará en su protección para salvarme”.

Durante años nos inocularon contra las reales capacidades de ascenso social, por conveniencia de clase y por la sobrevivencia de las esferas privilegiadas del poder mediático, intelectual y político. Por eso Fox funcionó, la campaña “Un peligro para México” funcionó, lo mismo que el fraude del 2006 y la denostación de la protesta. Por eso mismo, pudieron construir como ficción una pareja presidencial (Peña y la Gaviota) que presidieron el sexenio de mayor corrupción del que se tenga memoria post año 2000.

En el 2018 y siguientes años, eso se rompió de golpe debido a la nueva dinámica de comunicación que establecieron los medios y la palpable acción del Gobierno y sus políticas asistenciales que potencian el resguardo de derechos a la gran mayoría de población del país, dio otra perspectiva de la situación política a la gente.

Muy difícil que en estos tiempos y por todas estas razones, subsista un discurso apoyado en la mentira y la simulación que pueda permear en la conciencia de la gente que ahora está mejor informada, emancipada y con nuevas perspectivas basadas en la transformación real de la sociedad.

Mentir será para ellos el único camino, simular ser inclusivos, de raigambre social de origen indígena o popular, simular ser democráticos y simular ser progresistas está siendo una estrategia muy equivocada alejada de la realidad.

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