A la invasión neoliberal en la UNAM, hay que agregar ahora el acoso sexual y el hostigamiento laboral que padece un grupo de académicas y profesores en la Facultad de Psicología que dirige la hermana del exministro Eduardo Medina-Mora.
Es importante mencionar que, desde hace casi tres años, la directora de esa facultad es María Elena Teresa Medina-Mora Icaza, hermana de Eduardo Medina-Mora Icaza, quien fuera el poderoso e impune procurador general de la República (2006-2009) de Felipe Calderón
Cabe destacar que el 23 de octubre de 2020, “con el respaldo del rector Enrique Graue y del secretario General, Leonardo Lomelí, Medina-Mora fue designada por la Junta de Gobierno de la UNAM como directora de la Facultad de Psicología, para el periodo 2020-2024″, aseguran.
Dejando a un lado que el hermano de María Elena Medina-Mora haya sido embajador de México durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto, así como ministro de la SCJN, nominado precisamente por Peña Nieto, lo grave no es la genealogía de la directora de la Facultad de Psicología.
“Lo delicado no es que la directora haya sido prima del corruptazo Manuel Medina-Mora, quien fuera presidente y director general de Banamex, uno de los principales bancos neoliberales, propiedad de Citigroup, sino el apoyo que ha dado a agresores laborales y sexuales”, sostienen.
Hace ocho años, por ejemplo, la profesora Guadalupe Vital denunció haber sido víctima de acoso sexual y laboral, pero en vez de que se iniciara una investigación, la académica asegura que ahora enfrenta hostigamiento laboral, ante la indolencia de María Elena Medina-Mora.
En entrevista exclusiva, la docente explica que en 2013 fue acosada sexual y laboralmente por su jefe inmediato, un sujeto llamado Horacio Quiroga, por lo que solicitó su cambio de adscripción, acudiendo ante diversas instancias de la UNAM para denunciar lo ocurrido.
Luego de un largo y azaroso y camino, sembrado de insidias y amenazas, el Consejo Técnico de la Facultad de Psicología dijo a Vital que, si tanto quería su cambio de sede laboral, entonces tenía que renunciar a la plaza definitiva que había ganado como maestra.
Ante el amago, la profesora Vital decidió llevar su caso ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. En represalia, le retiraron sus horas de clase y sus estímulos al desempeño académico, además de frenar el doctorado que estaba realizando. Además, la señalaron, sin pruebas, por el robo de 4 computadoras.
En 2019, la profesora interpuso una queja ante la CNDH y, al año siguiente, las autoridades laborales emitieron un laudo absolutorio para la UNAM, pero Guadalupe Vital, que es una profesora tesonera, interpuso un amparo para que el proceso se mantuviera vigente.
Cuando el Consejo Técnico de la Facultad de Psicología se vio obligado a abordar nuevamente su caso, relata la docente, las autoridades universitarias le dijeron que podrían negociar con ella, siempre y cuando se desistiera de su queja contra la UNAM. Pero ella, claro, no aceptó.
Ante el hecho de haber “denunciado éste y otros casos de acoso sexual en Psicología, en lugar de atenderlos, la administración de María Elena Medina-Mora prefirió impulsar un clima de persecución y violencia institucional contra quienes nos atrevemos a denunciar”, lamenta Vital.
“¿Y sabe qué es lo más delirante de todo este asunto?”, nos dice otro docente que también sufre acoso, “que el rector Enrique Graue, el secretario general de la UNAM y la directora de la Facultad de Psicología, María Elena Medina-Mora, están enterados y no hacen un carajo.