Por mi raza hablará… ¿la derecha? La triste derechización de la UNAM - Paralelo24 Skip to main content

Desde hace tiempo, la UNAM se ha convertido en un bastión de escritores, políticos, intelectuales e “investigadores” conservadores. La vieja izquierda que anidaba en la Universidad Nacional Autónoma de México, parece ahora desdibujada.

De acuerdo con diferentes testimonios y datos duros que pudimos recabar, la UNAM lleva muchos años secuestrada por personalidades de la derecha, fundamentalmente priístas y panistas que se las han ingeniado para vivir parasitariamente del presupuesto de la universidad.

Según estas versiones, hay personajes que, aunque en teoría trabajan en la UNAM y deberían impartir cátedra o realizar investigaciones, sencillamente no lo hacen y, por el contrario, se dedican a servir a ciertos personajes que son lo que están detrás de ellos.

Testimonios que pudimos recoger en los Institutos de Investigaciones Sociales, Jurídicas, Filológicas e incluso en la Facultad de Psicología nos revelaron que, al interior de la UNAM, hay una especie de mafia intelectual y académica que tiene a la UNAM tomada.

Declaraciones de profesores e investigadores que trabajan en esa casa de estudios aseguran que, detrás de ciertos profesores e investigadores, se encuentra la influencia de personajes como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Eduardo Medina-Mora e incluso Emilio Álvarez Icaza.

Fuentes al interior de la UNAM denuncian, por ejemplo, que Aguilar Camín, dueño y director de la revista Nexos, tiene influencia en el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), a través de su amigo Carlos Tello Díaz, quien es investigador de dicho centro.

Carlos Tello Díaz, cabe mencionarlo, es hermano del comentarista político Javier Tello Díaz, quien es colaborador de la revista Nexos y analista de cabecera en el programa “Es la hora de opinar”, conducido por el columnista de Excelsior, Leo Zuckerman.

Personal que trabaja en el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) asegura que “Javier Tello, quien se jacta de ser un analista libre e independiente, sólo es un hipócrita que, además de formar parte del llamado grupo Nexos, es abiertamente panista”.

Y al revisar el Registro Nacional de Militantes del Partido Acción Nacional, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, se puede verificar que, en efecto, Javier Tello, compañero de panel de Gibrán Ramírez, está afiliado al PAN desde el 20 de febrero de 2014.

Es importante decir que ambos personajes, tanto Carlos como Javier, son hijos del político priísta Carlos Tello Macías, quien fuera secretario de Programación y Presupuesto, así como director general del Banco de México, de 1976 a 1977, durante el sexenio de José López Portillo.

De hecho, en diciembre de 2016, el Consejo Universitario de la UNAM decidió nombrar a Carlos Tello Macías, quien fuera embajador de Cuba y de la extinta Unión Soviética durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, profesor Emérito de la Facultad de Economía de la UNAM.

Eduardo Medina Mora, exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también estaría ejerciendo una injerencia perniciosa en la vida académica universitaria a través de su hermana María Elena Medina-Mora, quien actualmente es directora de la Facultad de Psicología.

María Elena Medina-Mora fue designada directora de la Facultad de Psicología durante la rectoría de Enrique Graue. En noviembre de 2020, la Junta de Gobierno de la UNAM designó a la hermana de Eduardo Medina-Mora directora de la Facultad de Psicología para el periodo 2020-2024.

“Lo más infame de toda esta serie de transas y golpes bajos a la UNAM -nos dice una profesora de la Facultad de Psicología- es que la hermana de María Elena Medina-Mora solía formar parte de la misma Junta de Gobierno que la designó. ¡Imagínate! ¡Es el pinche colmo del cinismo!”

Por si fuera poco, María Elena Medina-Mora tiene un cargo vitalicio en el Colegio Nacional, donde también tienen cargos vitalicios personajes como Enrique Krauze, José Sarukhán, Gabriel Zaid, la exesposa de José Woldenberg, Julia Carabias y José Ramón Cossío.

Cabe subrayar que, durante el sexenio de Vicente Fox, Eduardo Medina Mora fue director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y hay muchísimos testimonios fotográficos que comprueban la enorme camaradería que tuvo con el narcotraficante Genaro García Luna.

La amistad entre Medina-Mora y Aguilar Camín también ha sido muy estrecha. Tanto que Nicolás Medina Mora Pérez, hijo de Eduardo Medina Mora, es el flamante editor sénior de la revista Nexos, propiedad del “historiador” Héctor Aguilar Camín.

Además del salinista Héctor Aguilar Camín y del calderonista Medina Mora, Enrique Krauze, también estaría operando en la UNAM a través de varios de sus colaboradores más cercanos. Dos de ellos, acaso los más visibles, son Roger Bartra y Guillermo Sheridan.

Bartra es investigador emérito en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Y Sheridan, aunque tiene años sin dar clase ni aparecer en su cubículo, en teoría, es investigador en el Instituto de Investigaciones Filológicas. Ambos tienen asegurados sueldos vitalicios.

El propio rector Enrique Graue Wiechers tiene a su prima, Leonor María Ludlow Wiechers, como Investigadora Titular C, de Tiempo Completo, en el Instituto de Investigaciones Históricas, aunque, para no hacer aspavientos ni levantar recelos, está adscrita en el Colegio de Michoacán.

El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM también está invadido por personajes neoliberales, como Lorenzo Córdova, María Marván Laborde, José Paoli, Diego Valadés, Pedro Salazar Ugarte y Lucía Raphael de la Madrid.

Pero eso no es todo. Dentro de esta élite dorada de la UNAM, Emilio Álvarez Icaza, senador del repudiado Grupo Parlamentario Plural, tiene a su hermana, María Isabel Álvarez Icaza Longoria, trabajando en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.

Otro de los personajes que ha logrado colarse entre los “investigadores” de la UNAM es Leonardo Curzio, panelista del programa “Primer Plano” y articulista del periódico El Universal. Cabe decir que “Primer plano” lleva 23 años al aire. ¿Por mí raza hablará… la derecha?

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