A inicios de 2022 imaginé la posibilidad de hacer una doble entrevista intervalo, con una importante diferencia en tiempos a modo de encontrar proyecciones y balances posteriores a estas con el trabajo planteado por el Maestro Antonio Zúñiga director del Centro Cultural Helénico y todo lo que en materia de política cultural a nivel federal está en su incansable labor. Dramaturgo notable y reconocido, actor, director, creador y protagonista del proyecto cultural de la transformación que vive nuestro país. Aquí los conceptos desarrollados los meses de febrero y diciembre del año que acaba de concluir, en exclusiva como primera colaboración de arranque del 2023 y de plácemes por integrarme al equipo de Paralelo 24.
A.G. ¿Qué ha desarrollado el Helénico? ¿Cuál es el qué momento que vive en términos de descentralización? Un tema de gran importancia para la escena teatral en México.
A.Z. Yo pienso que el Centro Cultural Helénico puede ser considerado un espacio donde la política pública fue orientada en materia cultural de un modo que no se había hecho anteriormente. Esta política se diseñó, se aplicó como estrategia y ha dado excelentes resultados.
Hemos pasado de ser un espacio en el sur de la Ciudad de México, en San Ángel Inn, encargado de programar tres teatros, a destacar en el ámbito de programación, en el área de las artes escénicas de todo el país. Se ha trabajado en hacer un espacio, una institución donde se logran convenios con la mitad del Estados del país. Convenios de colaboración específica relacionadas con artes escénicas que van desde programación de festivales hasta la apoyo a espacios y grupos independientes, apoyando artistas locales.
Es exponencial el cambio, es verdaderamente trascendente y a través del proyecto “Chapultepec naturaleza y cultura”, se han lanzado una convocatorias a nombre de la Secretaría de Cultura y del proyecto donde el apoyo a los espacios independientes del país y a los grupos independientes del país se vio favorecido. Nunca en los últimos 50 años había sucedido que se diera alguna una de las características de esta forma de trabajar.
A.G. ¿No hay color ideológico respecto a los Estados que se apoyan en este proyecto que es a nivel federal?
A.Z. A mí me parece muy importante eso, no hay un color, no importa el origen de los gobiernos, no ha sido un factor para diferenciar o para minimizar o para llevar agua al molino del color digamos federal. Esa ha sido definitivamente una instrucción acatada plenamente que viene por supuesto de la política pública de la Secretaría de Cultura Federal a cargo de Alejandra Frausto, es decir, hemos trabajado con todos los colores de todos los partidos y con todos los ingresos en el marco de un mecanismo institucional. Nos hemos podido vincular a nivel estatal con Tlaxcala, Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Hidalgo, Chiapas, Veracruz, Colima, Sinaloa y Baja California Norte entonces, San Luis Potosí.
A.G. ¿Descentralizar es visibilizar?
A.Z. Claro que sí. La política pública de este gobierno y así lo ha implementado decididamente Alejandra Fraustro, es poner en la palestra, o sea al frente, a los que no habían nunca estado así, al frente, revirtiendo esa dinámica de privilegios. Artesanos, grupos de pueblos originarios, grupos vulnerables, aquellos que siempre quedaban a la expectativa de las políticas públicas, son ahora quienes protagonizan este modelo de política cultural. Los proyectos que se han instrumentalizado desde esta área del Centro Cultural Helénico tienen esa notación, es decir, y lo voy a decir directamente:
En la perspectiva de los proyectos mismos, por ejemplo, en el caso de San Luis Potosí se arrancó y se creó el Primer Festival de Teatro para niñas, niños y jóvenes audiencias, esto es muy importante para este sector poblacional. De este tipo son muy pocos los festivales que hay en el país , amén de lo que hace el programa “Alas y raíces” etc. Se hacen también diversificaciones y apoyos con el programa tlaxcalteca, ahí se busca incentivar la comunicación y la cooperación entre Estado, instituciones del Estado, municipios e instituciones de los municipios, grupos independientes y artistas independientes. Los artistas independientes hacen su propia historia con los municipios y con el Estado para poder llevar a cabo el programa, es decir, la misma convocatoria los involucra y los moviliza. En Nuevo León estamos enfocando en el trabajo de los dramaturgos, y si alguien cree que los dramaturgos en este país viven privilegiadamente pues este creo que está muy equivocado. En Jalisco se abrió en 2022 una convocatoria de dramaturgia.
A.G. ¿Cuál es el estado del arte teatral en México?
En México tenemos el mejor teatro del mundo, este mejor teatro del mundo se ha hecho a contrapelo de toda la política siempre y los teatreros lo hemos hecho desde nuestra propia de la dimensión, desde nuestra propia entrega corporal, lo digo física, espiritual y humana.
Pienso que tenemos rezagos que fundamentalmente están en el orden de los derechos que son elementales para todos los que hacemos teatro. Es muy lamentable que por ejemplo que haya actrices y actores de la tercera edad que no tengan seguridad social ni dónde caer muertos y es muy lamentable. También es muy lamentable que exista una comunidad muy grande a la que de pronto se le dificulta acceder a los servicios del orden de la seguridad social, yo creo que eso es un pendiente que se va a cubrir y que cuando se haga será un logro importante. Sin embargo yo veo en este en estos cuatro años de gobierno, algo que no había sucedido esfuerzos institucionales, desde la misma Secretaría de Cultura.
Se le ha dado voz, voto y sentido a la presencia de agentes culturales que habían tradicionalmente estado invisibilizados.
Ahora son justamente visibilizados los artesanos, los propietarios del derecho de autor de sus piezas artísticas, se considera un ente artístico creador y la revalorización de ese estatus me parece que es inmensamente importante y eso no solamente se ha hecho a través de acciones paliativas. Apareció una ley que protege los derechos de autor de las comunidades precisamente, de creadores tradicionales, esto es muy importante y muy de avanzada.
A.G. ¿Es un gremio caníbal el teatral?
A.Z. A mí lo que me gustaría que pudiera suceder, es que se llegue al momento en el que nos podamos encontrar entre nosotros mismos y no ser caníbales de nosotros mismos. Que podamos coincidir para mejorar en un mismo objetivo, en un mismo fuerzo, en la dimensión de una misma política. Necesitamos cerrar heridas, necesitamos poder hablar, necesitamos dejar de criminalizarnos unos a otros. Poner el ojo en la dimensión de que el trabajo del otro, de la otra del otre, es el trabajo que me importa y que también tiene correspondencia en el otro para con mi trabajo.
Dejar de estar compitiendo por las migajas y pensar que podemos coincidir en en una creación colectiva, en una dimensión más humana y más total.
A.G. Cerrando el propósito de esta entrevista a dos tiempos ya en diciembre de 2022, 11 meses después de las primeras preguntas: ¿Qué señalas y subrayas en perspectiva?
A.Z. Yo creo que en cuanto a política cultural se ha hecho un trabajo transformador muy real, sostenido y esto a contrapelo de muchas adversidades. Entre ellas, la posición de algunas personalidades que supongo, han visto insatisfechas sus propias expectativas. Tiene que ver con el sentido de la orientación de la política pública que ha sido estos años realmente de carácter social. Pareciera que no se entiende a plenitud. Los medios de comunicación en su mayoría están reacios a decir la verdad de lo que ocurre en la política cultural hoy. Yo veo este proceso desde adentro y hay una transformación sin duda.
Lo que está al centro de la política de Andrés Manuel López Obrador y vuelvo a poner el ejemplo de las, les, los artesanos, es que se trata de impulsar su trabajo, la defensa de su patrimonio, de su dignidad. Muchos colegas lo critican, yo no digo que no existan retrasos en los pagos, que no deba hacerse crítica al instrumento generalmente administrativo de la institución cultural. Es un elefante en efecto que hay que empujar, pero de eso a que digan que no hay plan ni instrumentación o sentido programático no es real.
Los compañeros que hacen hoy narcoseries, son lo que salen a decir públicamente que la cultura en este sexenio está muerta y tasan toda la política en un solo evento porque no se les apoyó, por ejemplo, en la entrega de la estatuilla de la Academia mexicana de cine. Porque no se les apoyo en su evento. Y como tienen fama o popularidad por los medios en los que aparecen, tenemos por ejemplo al “Cochiloco“, ajonjolí de todos los moles y a quien le parece normal que se siga menospreciando a las comunidades, a los artesanos como se hacía antes. ¿Dónde está lo regresivo? Es todo lo contrario.
A.G. Quienes atacaron el Proyecto Chapultepec como Daniel Giménez Cacho, resulta según investigaciones periodísticas que perdieron fideicomisos en este gobierno, privilegios. ¿Qué opinión tienes?
A.Z. A mí todos los compañeros, compañeras, compañeres me merecen el más profundo respeto. Yo creo que no debemos cerrarnos a la conversación, al diálogo y a la divergencia de opiniones y en el contraste de estas opiniones se debe caminar en la política cultural siempre. Sus posturas estéticas no son criticables, siguen teniendo absoluta libertad de creación. Los sentidos humanitarios de una política cultural no están en cuestión, creo que pensamos lo mismo, lo que me parece decepcionante es que la discusión son los dineros. El recurso promueve la idea política desde luego siempre de quien lleva las riendas del país por eso se votó. Si de lo único que se quejan es de los recursos, es porque antes tenían y ahora ya no tienen.
Hay un amplio espectro en la comunidad de las artes en donde durante muchos años se han desdibujado los mecanismos anteriores de distribución de recursos. Debe haber un modelo que sea más incluyente, una política enfocada a la gran mayoría. Enfocada en el desarrollo de las artes, de la estética, de la crítica, de la poética. Esa debería ser la discusión y no por qué los pesos y los centavos porque que les duela o no, los pesos y los centavos son facultad del que gobierna y Andrés Manuel no está haciendo nada ilegal, decide cómo se gastan lo recursos y tiene que ver con priorizar dar dignidad a quienes habían sido históricamente invisibles.
A.G. Respecto a “La golondrina y su príncipe” y el despilfarro en materia cultural recientemente en el Estado de Chihuahua ese montaje escénico de altísimo presupuesto ¿Qué puedes decirnos?
A.Z. Eso amalgama posiciones, nadie puede estar a favor de eso, del dispendio, es descarado, la regaron. Como funcionario federal no opino de una administración estatal pero ya que lo preguntas, te respondo como artista originario de Chihuahua.
Quien recibe el presupuesto de esa producción es muy poco conocido por su trabajo en el Estado, salvo por los millones que se le han dado cada cierto tiempo. Con todo ese dinero se podría hacer un programa muy ambicioso en apoyo a las culturas originarias del Estado de Chihuahua, en la sierra tarahumara que tanto y tanto se requiere. Un ejemplo, el “Circuito Nacional de Artes Escénicas”, lleva un presupuesto de 38 millones, con lo que se dan 1400 funciones, 140 compañías, esto en180 espacios de todo el país. Es el mismo presupuesto para hacer una obra de 12 funciones. Como dicen en Chihuahua: “Eso está desaforado”.
