11:45 PM, suena la alarma de mi celular, bajo de la litera del camarote y me pongo la sudadera que me protege del aire frío que usualmente mantienen dentro del barco para evitar las náuseas del vaivén de las olas, no será necesaria mucho tiempo porque es verano, pero el aire frio del camarote que me da escalofríos en la espalda y me apresuro a ponerme una sudadera que me voy a quitar en cuanto salga a cubierta.
Otra vez me tocó la guardia del perro… el trabajo en el barco no se detiene y para ello se generan guardias de dos periodos de 4 horas. La primera es la guardia ejecutiva, de 8 a 12 en la mañana y en la noche, le llaman así por ser el horario más agradable, no interrumpe horas de sueño y tienes todas tus comidas en el horario establecido. También está la guardia romántica, que es de 4 a 8, (am y pm) en esa guardia te toca ver todos los amaneceres y todos los atardeceres. Y por último está la guardia del perro, de 12 a 4 (am y pm), justo en la mitad de la noche y con todo el sol por la tarde.
Salgo de mi camarote y me dirijo a las cocinas en donde tenemos una provisión ilimitada de café para resistir durante la madrugada que se prevé movida, porque llegaremos a un punto de muestreo a las 12:30 am y tenemos que estar listos.
En cada guardia hay un jefe que nos indica lo que estaremos haciendo durante las estaciones de muestreo y supervisa que todo se haga en orden y de manera segura. En esta estación en particular, haremos todos los muestreos de plancton, agua, parámetros físicos y extraeremos sedimento. Mientras sigo con mi café escuchando el itinerario de lo que haremos en la estación. El punto de muestreo es en la cuenca de Guaymas, en el golfo de California, a una profundidad de un poco más de 1800 metros.
Empezamos con los muestreos de fitoplancton y zooplancton con las redes bongo (llamadas así por su parecido con ese instrumento). Entre ellas el agua pasa por el impulso del barco, que no debe ser muy rápido, porque las redes se rasgan o muy lento, porque no se colecta el plancton. Mi compañero y yo las ponemos en la popa y las aseguramos, tomamos la lectura de la pequeña hélice que nos va a permitir saber cuántos litros de agua pasaron a través de las redes, esperamos la señal del jefe de guardia que nos indique que la velocidad es adecuada y las arrojamos por la popa… ¡allá van!
Alistando la redes Bongo antes del lance Plancton ©ALEX ALDAMA CERVANTES
El cable de acero que las sostiene se tensa y las redes empiezan a trabajar, filtrando el plancton que pasa por ellas, quizá miles de organismos entre los que se encuentran algas, pequeños crustáceos, huevos y larvas de peces; y muchos otros organismos van quedando atrapados al final de la red de donde serán colectados. Al terminar el muestreo y con el barco aún en movimiento para que las redes no pierdan la tensión, porque se pueden salir los organismos, empezamos a recogerlas. Es una labor delicada y a la vez de fuerza, las redes quedan colgando y los vasos colectores llamados copos quedan al alcance; rociamos con agua salada la red para colectar cualquier organismo que hubiera quedado atorado y vaciamos los copos en frascos con diversas sustancias para fijar los organismos y contarlos posteriormente. Veo algo gelatinoso que no me gusta (hay que tener cuidado con las medusas) y pienso: Una actividad lista, quedan 2.
Una vez listo el muestreo de plancton -y con la taza de café en mano-, esperamos a que el barco se detenga completamente para iniciar con la toma de agua y parámetros físicos, para ello, tomamos las botellas “Niskin”, que tienen abertura tanto arriba como abajo para que el agua pueda fluir y no se quede dentro de la botella mientras va descendiendo y las colocamos en la roseta que las llevará a 1800 metros de profundidad. Programamos las botellas para cerrarse a una profundidad dada, una se cierra a los 100 metros otra a los 500 metros etc., y así traer agua de diversas profundidades de regreso a la superficie.
Roseta con botellas Niskin ©ALEX ALDAMA CERVANTES
Colocamos el CTD, acrónimo en inglés de conductividad, temperatura y profundidad, que es un aparto que tiene esos tres sensores integrados y nos permite ver como van cambiado esas variables a lo largo de la columna de agua. Ponemos la roseta a estribor y la aseguramos al malacate… menos mal que el mar está en calma, porque las olas pueden ser bastante molestas para maniobrar los instrumentos que son pesados y voluminosos.
Graficas del CTD ©ALEX ALDAMA CERVANTES
La grúa con el malacate suspende la roseta por la cubierta de estribor y poco a poco va bajando para que no se golpee con el barco y dañe los instrumentos. Una vez que se pierde de vista en las profundidades, nos vamos a ver las pantallas donde se van monitoreando las variables y vemos en las gráficas cómo se da el cambio abrupto de temperatura llamado termoclina, pasando de un agua con temperaturas que rondan los 30°C en la superficie a un agua de cerca de 14°C a unos cuantos metros de profundidad.
Cuando la roseta casi alcanza los 1000 metros y está por cerrarse la botella de esa profundidad, un compañero de los laboratorios nos avisa que los lances de plancton no sirven… hay medusas y nueces de mar… (que bueno que fui prudente y manejé las redes con cuidado). Habrá que repetir, sin embargo, siento alivio al escuchar al jefe de guardia decir que nosotros ya no tenemos tiempo, que les tocará a los de la guardia romántica… yo sigo viendo las gráficas de temperatura, profundidad y -¿mencioné que la salinidad del mar se mide con la conductividad? mientras más conduce la electricidad, más salada es-, bueno, y la gráfica de salinidad (los más nuevos también miden fluorescencia y oxígeno).
Al salir las botellas Niskin, lo primero que hacemos es medir la temperatura para comprobar que las mediciones que está reportando el CTD son correctas y fijar el oxígeno en unas botellas transparentes muy curiosas llamadas “BOD”, adaptamos las mangueras para colectar el agua de las botellas
A mí me toca colectar la que viene de 1800 metros que está a 5°C y mientras cuido que no se generen burbujas al llenar la botella BOD, lo cual interferiría con la medición de oxígeno, observo como una gran cantidad de pequeñas gotas se empiezan a condensar afuera de la botella Niskin.
Agrego los reactivos para fijar el oxígeno y de inmediato se empiezan a formar pequeños agregados parecidos a nubes dentro de la botella BOD (mientras menos oxígeno tenga la muestra, el color se acerca al blanco y se tornan amarillas si el agua se encuentra más oxigenada).
Mi botella, al venir de una profundidad donde no hay organismos que realicen fotosíntesis, se vuelve una miríada de lo que me gusta pensar que son pequeñas nubes blancas, ya que hay muy poco oxígeno.
El jefe de la guardia me saca de mis cavilaciones cuando nos llama y nos pide que dejemos las botellas en el laboratorio y nos preparemos para montar las dragas. La primera es una draga de caja tipo Reineck y el segundo es un nucleador “Tepule” que básicamente es un tubo de PVC con una navaja circular y una trampa al principio del tubo (para que no escape el sedimento) y varios discos de plomo que harán que penetre hasta 5 metros en el fondo del mar.
La primera que armamos -y la más sencilla- es la draga Reineck, que tomará sedimento de los primeros centímetros, y cuando la terminamos de montar seguimos con el nucleador tepule, los discos son bastante pesados y tenemos que cargarlos entre dos personas, pero una vez listas las dragas, se acoplan a las grúas y los dejamos ir hacia el fondo del mar.
Justo al salir las dragas, dan las 4 de la madrugada, ya vienen llegando los del siguiente turno, veo como mi jefe de guardia pone al tanto al siguiente jefe de guardia; ya a ellos les tocara cortar los núcleos de sedimento, muestrearlos y hacer los lances de plancton que no salieron, yo me debato entre que hacer y al final decido irme a la proa a esperar el amanecer en el golfo de California, dormir puede esperar.
Justo cuando los albores de la mañana despuntan en el horizonte mostrando uno de los amaneceres más increíbles de mi vida, veo una manada de delfines que van enfrente del barco, jugando, y pienso que la guardia del perro no está tan mal