Hoy, el Papa Francisco visitó Maskwacis en Canadá y ante más de 2000 personas y representantes de pueblos originarios, expresó:
“…De todo corazón estoy profundamente dolido, pido perdón por la manera en que, lamentablemente muchos cristianos adoptaron la mentalidad colonialista de las potencias que oprimieron a los pueblos indígenas”.
El avión papal aterrizo a las 11:09 horas, en el aeropuerto internacional de Edmonton, capital de Alberta, y fue recibido por autoridades civiles y religiosas; el vuelo tuvo una duración de 10 horas desde el aeropuerto internacional Leonardo Da Vinci.
Para el Vaticano, este es un viaje de reconciliación con las poblaciones indígenas, que han sufrido discriminación cultural durante aproximadamente 115 años y que durante el siglo XIX y XX, más de 150 mil niños indígenas fueron separados de sus familias, muchos de ellos famélicos, golpeados, abusados sexualmente e inhumados de forma clandestina en los internados donde fueron víctimas de alienación forzada.
“Significa mucho para mí” que él haya venido, dijo Deborah Greyeyes, de 71 años, miembro de la nación Muskeg Lake Cree, el grupo indígena más grande de Canadá.
“Creo que también tenemos que perdonar en algún momento”, le dijo a la agencia AFP.
La gobernadora general Mary Simon, su consorte y el primer ministro Justin Trudeau, acompañaron al Papa Francisco, quien fue trasladado al Seminario de San José, donde se alojará en Edmonton. Siendo este, el viaje 37 apostólico.
