El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), bajo la conducción de la Secretaría de Economía, hemos participado con mucha entrega y entusiasmo en el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, cuyo objetivo principal ha sido evitar el cierre de empresas y la preservación del empleo formal.
Pues la pandemia por COVID-19 ha representado un complejo desafío en el escenario mundial. Y en México, además de los grandes retos en materia de salud, también se han impuesto enormes desafíos en el ámbito socioeconómico.
Bajo la modalidad “Apoyo Solidario a la Palabra”, cuyo enorme éxito y demanda propició que se llevara a cabo en dos fases, se otorgaron créditos por un monto de 25 mil pesos. Esta medida ayudó a que se conservaran casi 700 mil puestos de trabajo. Es importante destacar que la mayoría de estos créditos (94%) fue otorgado a microempresas, cuya plantilla laboral contaba entre uno y diez trabajadoras o trabajadores.
De esta manera, los principales beneficiados fueron, sobre todo, los pequeños negocios: ferreterías, papelerías, carpinterías, torterías y tiendas de abarrotes, entre otros.
Adicionalmente, estas acciones ayudaron a que el 53% de los patrones que recibieron este “Crédito Solidario a la Palabra” lograra mantener el mismo nivel de plantilla laboral e incluso, en algunos casos, incrementarla hasta en un 14 por ciento.
El rol del IMSS fue importantísimo, ya que, con base en los lineamientos establecidos en el Diario Oficial de la Federación, fue en la Dirección de Incorporación y Recaudación del IMSS, donde tuvimos la encomienda de elaborar el padrón de empresas elegibles.
Por otra parte, en estrecha colaboración con la Dirección de Investigaciones y Desarrollo Tecnológico del Instituto, también nos encargamos de enviar diariamente el archivo de personas interesadas en recibir el crédito.
De hecho, cabe mencionar que fue a través de la página oficial del IMSS donde los interesados pudieron llevar a cabo su registro.
El procedimiento, lejos de ser engorroso, fue bastante ágil y sencillo. Una vez que los solicitantes cumplían con el criterio de elegibilidad, aportaban datos personales y bancarios que, a su vez, eran enviados a la Secretaría de Economía, donde, finalmente, se encargaban de realizar la validación y transferencia de recursos por medio de la Tesorería de la Federación (TESOFE).
La transparencia, que es uno de los principales estandartes del IMSS, inspiró a nuestro director general, Zoé Robledo, quien, a diario, estuvo informando públicamente sobre todo el proceso.
Y siguiendo este ejemplo, nos entusiasma informar que, por un lado, se entregaron casi 192 mil créditos (191, 981) a las Empresas Solidarias, equivalente a 4.8 millones de pesos. Y, por otra parte, tanto a las trabajadoras del hogar como a las independientes les fueron entregados más de 15 mil créditos (15,207), equivalente a 380 millones de pesos.
En el IMSS, además de mantener una firme estrategia de salud contra el COVID-19, nos interesa mucho que, en materia de seguridad social, la población cuente con apoyos que le ayuden a mitigar los duros embates de esta pandemia.