Riva Palacio recibió chayo de Ebrard y Mancera- En mayo de 2019 apareció una lista que exhibía el nombre de 36 periodistas que, a la postre, serían llamados “chayoteros”. La relación, que fue revelada por el periódico Reforma, incluía los nombres y razones sociales de conductores, presentadores, comunicadores y empresas que, entre 2013 y 2018, recibieron más de mil millones de pesos por conceptos de publicidad y comunicación durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En la lista se podían observar, entre otros, los nombres de Enrique Krauze, Federico Arreola, Beatriz Pagés, Ricardo Alemán, Pablo Hiriart y Raymundo Riva Palacio.
Algunos de los personajes mencionados, como Raymundo Riva Palacio, director del semanario Eje Central y conductor de Televisa, ni siquiera se molestaron en negar la relación que en ese momento difundió el periódico propiedad del empresario neoleonés Alejandro Junco de la Vega.
Por el contrario, el panelista de la emisión televisiva Tercer Grado, producido por Noticieros Televisa, afirmó que la información divulgada era parte de una campaña “para desacreditar periodistas”. En sus redes sociales, el exfucionario priísta ⎼durante más de dos años (entre 1988 y 1990) fue director general de la agencia de noticias Notimex en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari⎼ dijo que los contratos referidos habían sido por publicidad y añadió “que se ajustaron a los criterios establecidos, a la ley y se pagaron impuestos”.
Lejos de ofrecer una respuesta nítida a su audiencia, el periodista-empresario, cediendo a uno de sus característicos impulsos virulentos, escribió en su cuenta oficial de Twitter que sabía quién era “el autor intelectual” y agregó que era un “protegido” del “presidente”. Pero, hasta hoy, más allá de las porfiadas diatribas que inundan su cuenta en dicha red social, el exempleado del empresario argentino Carlos Ahumada (fue director del fallido periódico El Independiente) no ha podido aportar una sola prueba ni un dato duro sobre sus dichos.
Lo que Riva Palacio, dueño de la empresa Estrictamente Digital S.C., hasta el momento no ha reconocido, es que para granjearse dichos contratos recibió ayuda de varios políticos e incluso de altos funcionarios del Gobierno federal y del Gobierno de la CDMX.
De acuerdo con el testimonio de una fuente que desde hace ya varios años trabaja realizando labores editoriales para el semanario Eje Central, Raymundo Riva Palacio Neri, para hacer prosperar su negocio, contó con la ayuda de Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno de la CDMX (de 2012 a 2018) y del secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard.
La fuente consultada por Paralelo 24 sostiene que el actual senador panista tiene “una entrañable amistad con ambos personajes: el canciller y el exprocurador general de Justicia del Distrito Federal”.
En entrevista exclusiva para este medio de comunicación, nuestra fuente afirma que “gracias a la buena prensa que Riva Palacio le ha sabido vender a Ebrard Casaubón, sobre todo cuando éste era Jefe de Gobierno capitalino, hizo que nombraran a su esposa, Irene Muñoz, coordinadora General de Gabinetes de la Ciudad de México”.
En efecto, según consta en los repositorios oficiales, de enero de 2010 a julio de 2012, Irene Muñoz Trujillo, pareja sentimental de Riva Palacio, trabajó bajo las órdenes directas del actual titular de la SRE.
Pero Muñoz Trujillo, quien afirma ser socia fundadora de Eje Central, no salió del Gobierno capitalino tras la salida de Ebrard, sino que, “gracias a que el exdiputado del Partido Verde Ecologista de México y discípulo del salinista Manuel Camacho Solís (Marcelo Ebrard) dejó bien recomendada a la esposa de Riva, la señora pudo continuar trabajando, muy quitada de la pena, con el corrupto Mancera”.
Es importante destacar que la propia Muñoz Trujillo, quien en su ficha curricular suele jactarse de haber sido “responsable por diez años del Informe de Gobierno del Jefe de Gobierno de la CDMX” y de ser “cocreadora de la Marca CDMX”, ocupó tres cargos estratégicos en el gobierno mancerista: directora General de Imagen, Mensaje y Nuevas Tecnologías del Gobierno de la CDMX, directora General de Contralorías Ciudadanas y directora del polémico Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México.
Es un hecho inobjetable que durante la administración de Mancera la sociedad civil Estrictamente Digital, perteneciente al matrimonio Riva Palacio-Muñoz Trujillo, alcanzó momentos de enorme prosperidad económica. “Hubo momentos en que la Asamblea Legislativa de Distrito Federal pagó a Eje hasta 200 mil pesos por un simple banner”, asegura la fuente periodística. Y, en efecto, facturas emitidas por ALDF y por la empresa Estrictamente Digital S.C, a las que pudo tener acceso Paralelo 24, así lo comprueban:
Pero esos cuantiosos pagos no fueron los únicos negocios opacos en donde se vio involucrada la pareja sentimental del columnista de El Financiero. Cabe recordar que, como el pasado 15 de diciembre se dio a conocer en este mismo espacio informativo, a través del reportaje “Mancera, Graue y Volpi, carne y arena de la corrupción”, durante la administración de Miguel Ángel Mancera, en una extraña maquinación con el rector de la UNAM, Enrique Graue, se pagaron casi 30 millones de pesos al cineasta Alejandro González Iñárritu por una exposición llamada Carne y Arena, la muestra más cara, no sólo en la historia de la Máxima casa de estudios, sino que supera a cualquier otra cantidad que se haya pagado durante los últimos veinte años en México por una exhibición.
En este caso, fue precisamente la propia Irene Muñoz Trujillo, en su papel de directora del Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México, quien fue la encargada de avalar y firmar aquel contrato millonario, y sobre el que ni la UNAM ni Mancera han salido a esclarecer los hechos. Cabe resaltar que dicho convenio también contó con la anuencia de Carla Astrid Humphrey Jordan, actual consejera del INE, quien en ese momento fungía como directora de Evaluación e Información. Estratégica del Fondo Mixto de Promoción Turística.
De acuerdo con el testimonio de un exempleado del Fondo Mixto de Promoción Turística “en su momento hubo quejas sobre las raterías que las actuales esposas de Riva Palacio y Santiago Nieto estaban llevando a cabo, pero no pasó absolutamente nada, porque, en el colmo del descaro, Irene Muñoz Trujillo, además de todo, era la presidenta del Comité de Transparencia del Fondo y Carla Humphrey era, ya en plena desfachatez, la vocal”.
Pero la sociedad civil encabezada por Raymundo Riva Palacio, conocida popularmente como Eje Central, además de contar con la ayuda de Mancera, tuvo otros amigos del gremio periodístico que ayudaron a que el medio de comunicación fuera cada vez más próspero. El columnista Julián Andrade fue pieza clave en la trama de contratos que, durante la gestión mancerista, fueron concedidos al semanario de Riva. En junio de 2015, Miguel Ángel Mancera, siguiendo la recomendación de Ebrard y Riva Palacio, decidió nombrar a Julián Andrade Jardí coordinador general de Comunicación Social del Gobierno del Distrito Federal.
Cabe destacar que Julián Andrade, actual columnista del portal Etcétera, propiedad de Marco Levario Turcott, además de haberse desempeñado como coordinador del programa Tercer Grado, de Televisa, y haber sido asesor de Jorge Carpizo en la Secretaría de Gobernación, se presume como un periodista experto en temas de seguridad.
Más allá de esas cartas credenciales, que muchos de sus colegas consideran fatuas y pretenciosas, lo cierto es que, apenas llegar a la coordinación de comunicación, Andrade, quien también trabajó en el equipo de Héctor Aguilar Camín, se dio a la tarea de conceder, por adjudicación directa, jugosos contratos a Eje Central.
Documentos consultados por Paralelo 24 prueban que el fundador del periódico La Crónica de hoy, Julián Andrade, aprovechando su cargo de coordinador general de Comunicación Social del Gobierno del Distrito Federal, entregó cuantiosas sumas a Raymundo Riva Palacio.
Luego de varias pruebas que señalaban a Julián Andrade como corrupto, Mancera optó por removerlo de su cargo y, posteriormente, llevárselo como columnista al malogrado periódico ContraRéplica. Pero el daño ya estaba hecho.
Para algunos todavía resulta incomprensible que Raymundo Riva Palacio, a sus 67 años de edad y sin tener argumentos sólidos y congruentes, todavía continúe aferrándose a la palestra periodística. La mayoría, sin embargo, asegura que su invencible virulencia, su demencial campaña de odio y su aversión contra el actual presidente de México tienen que ver con el hecho de que no ha recibido las sumas millonarias a que estaba acostumbrado; quizá por eso hay quien lo ha llamado “huérfano del chayote”.